Jueves, 23 de Febrero de 2012 14:38
Osmar Laffita
Capdevila, La Habana, (PD) Durante la edición de la 21 edición de la
Feria del Libro, la sala "José A. Portuondo" de la fortaleza de la
Cabaña dio cabida a la actividad conmemorativa por los 100 de la
matanza de los Independientes de Color, en mayo de 1912.
Estuvo presente Zuleica Romay, presidenta del Instituto Cubano del
Libro, así como Zoila Lapique y Ambrosio Fornet, a quienes está dedicada
la feria de este año.
Durante la actividad, se hizo la presentación del libro "Por la
identidad del negro cubano", una compilación hecha por los escritores
Sandra Estévez Rivero, Pedro Castro Monterrey y Olga Portuondo Zúñiga, y
del tabloide "A 100 años del alzamiento de los Independientes de Color",
que fueron puestos a la venta tan pronto termino el encuentro.
a100-2Un panel integrado por Fernando Martínez Heredia, Tomas Fernández
Robaina y Joel N. Mourlot, desde diverso ángulos abordó el tema de los
independientes de Color, lo cual dio lugar a un acalorado debate entre
los presentes.
Fernández Robaina recordó que en 1998 la Biblioteca Nacional organizó
el primer coloquio sobre la fundación del Partido Independiente de Color
(PIC), pero la prensa se centró en la masacre, sin que le importara
lo que significó para la vida política del país la fundación de dicho
partido.
En un evento celebrado en 2007 en Santiago de Cuba surgió la propuesta
de crear un Comité para preparar las actividades por el centenario de la
fundación del Partido Independiente de Color.
Posteriormente, por orientaciones del Partido Comunista, se creó la
comisión y fue designado Fernando Martínez Heredia como presidente, pero
este reconoció que esta idea nació mal, por las limitaciones y trabas
que tuvo que enfrentar para desarrollar su trabajo.
Ante tan evidente situación, relató Fernández Robaina que escribió un
ensayo donde abordada sin tapujo todos estos asuntos y lo envío para "La
Jiribilla"; debía aparecer en el numero 558, cosa que no ocurrió. Según
él, que nadie le ha explicado por qué no fue publicado su trabajo.
Si se hace una lectura minuciosa de la prensa y los libros del primer
tercio del siglo XX se comprueba quiénes eran los verdaderos racistas.
Esta negativa conducta continúa enraizada en la conciencia de muchos que
a veces no se percatan y caen en la trampa del racismo. .
Algunos historiadores ubican al PIC como una continuidad histórica de
la Protesta de Baraguá. Muchos miembros del PIC pertenecieron al
Ejército Libertador, al que se unieron para ver a su patria libre de
dominación extranjera, movidos por el sano ideal de una nación "con
todos y para el bien de todos"
Para el periodista Joel Mourlot sí hubo racismo negro. Explicó que
Antonio Maceo tuvo que llevar ante el gobierno de la República en Armas
a Guillermón Moncada por dirigir un complot contra los oficiales blancos
del Ejercito Libertador. Pero luego el general Moncada llegó a
apreciar tanto al blanco como al negro. Un ejemplo de cómo se forjó en
la guerra contra España un espíritu muy alto en las relaciones
interraciales.
En 1908 comenzó a forjarse una agrupación política que luego se
convertiría en el PIC, con identidad muy bien definida. Sus
organizadores pensaron que su partido encajaría en el sistema político
vigente de la época, pero se equivocaron.
Ante el alzamiento y posterior matanza cometida contra los
Independientes de Color en 1912, el gobierno de los Estados Unidos
amenazó con intervenir en Cuba para proteger a sus nacionales y sus
propiedades.A los que promovieron el alzamiento se les acusó de
propiciar la intervención norteamericana.
Cuando los Independientes de Color se alzaron, a sólo 10 años de la
proclamación de la República, la mayoría de la población cubana no los
apoyó, sino que mostró un fuerte rechazo hacia los sublevados.
Lo mismo lo hizo el Consejo Nacional de Veteranos, destacándose los
generales Mario García Menocal, Alfredo Rego y Agustín Cebreco (negro) y
figuras de la vida política nacional que apoyaron las drásticas medidas
tomadas por el gobierno del general José Miguel Gómez para sofocar la
insurrección y que culminaron en la matanza.
Los Independientes de Color se quedaron solos y el mundo contempló en
silencio el rigor -para algunos excesivo- con que fueron tratados.
Pasado un siglo,
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