Mientras Chávez va a operarse a Cuba, son alarmantes los últimos datos
que muestran la deplorable insalubridad que hay detrás de "una potencia
médica".
martinoticias.com 05 de julio de 2011
En su alocución leída desde Cuba, Hugo Chávez refirió "todo el avance
médico que la revolución cubana ha logrado para su pueblo y una buena
parte del mundo".
El canciller Nicolás Maduro, cuando hizo el inicial anuncio sobre "el
absceso pélvico" del mandatario, mencionó la asistencia que Chávez
recibió del "excelente sistema de salud de la hermana República de Cuba".
Sin embargo, es cada vez más crítico el deterioro de la salud pública
para los cubanos de a pie, para quienes el tan ensalzado "logro de la
revolución" no parece estar destinado.
"Las enfermedades de Fidel Castro y Hugo Chávez han dejado claro que en
Cuba existe una sanidad para sus mandatarios y otra para el resto de los
mortales", expresa Carmen Muñoz en reportaje de ABC.
Fuentes indican que Chávez ha estado ingresado en el centro de
Investigaciones Médico Quirúrgicas (Cimeq), de tecnología científica más
avanzado de la isla y de prestigio internacional, con costosos
equipamientos de última generación y un personal médico altamente
calificado. Hospital sólo accesible a altos dirigentes del régimen o a
extranjeros de alto poder adquisitivo, como políticos, empresarios,
artistas y deportistas famosos, simpatizantes del régimen cubano.
La clínica privada Cira García, es otro centro hospitalario cuyos
servicios de primera calidad en moneda dura incluyen, como reza su
página web, "hospitalización en habitación privada, alimentación y
atención médica y de enfermería especializadas, derecho al salón de
operaciones, derecho a la anestesia y a la reanimación postoperatoria".
Una operación de cataratas, por ejemplo, en dicha clínica cuesta 2.473
dólares norteamericanos.
Por otra parte están las llamadas "diplofarmacias", que ofertan los
medicamentos de falta absoluta en las farmacias para la población, pero
donde sólo puede pagarse en moneda extranjera o convertible.
En la otra cara de la moneda, la nacional: el pueblo cubano.
Hechos que no han podido ocultar las autoridades, ocurridos en no pocos
centros médicos a lo largo del país, así como numerosos testimonios de
ciudadanos, se hacen eco de la crítica situación en que se encuentra el
sistema de salud para los cubanos.
Es alarmante el deterioro de los centros: la infraestructura, los
inmuebles, el equipamiento y el avituallamiento -elementos necesarios
para la preparación de comida-, a lo que se agregan condiciones
epidemiológicas tan precarias que hay contaminación en algunos centros
de atención médica, señala un informe de periodistas independientes en
miscelaneasdecuba.
Cuando un cubano corriente ingresa en un hospital, sabe que tiene que
llevar lo más elemental: desde las sábanas, el ventilador o la palangana
hasta incluso las medicinas, ha declarado el disidente Elizardo Sánchez.
A los anteriores factores directamente médicos, se añade la deplorable
situación higiénico-ambiental que se vive en la isla, y que entre
innumerables calamidades se expresa en deficitario suministro de agua
potable, frecuente contaminación de las aguas de consumo, aguas
albañales y basura diseminados por las calles. Esto ha provocado un
brote de enfermedades infecciosas que se acrecientan por la ausencia de
muchos antibióticos a nivel hospitalario, así como la escasez de
almohadillas sanitarias ha provocado un severo brote de enfermedades
vaginales en las mujeres, que no pueden tratar por la falta de medicamentos.
Chávez se opera en Cuba, los médicos cubanos operan en Venezuela
En el portal redliberal.com, se menciona el caso de la señora que, en
Güira de Melena, aquejada de cataratas y a punto de quedarse ciega y sin
poder ser tratada por su enfermedad, por las largas colas e innumerables
deficiencias en el sistema de salud, publicó en la puerta de su casa un
curioso anuncio: "Se permuta para Venezuela".
Mientras, en el Quinto Congreso Internacional de Oftalmología, en La
Habana, Castro declaraba que, "gracias a la Misión Milagro, decenas de
miles de venezolanos de origen humilde han recuperado la vista", ya que
"la inmensa mayoría de ellos eran pacientes aquejados de cataratas, los
que estaban condenados a permanecer ciegos por no disponer de unos dos
millones de bolívares (mil dólares) que como mínimo exigen las
instituciones privadas de salud para la operación quirúrgica".
El último dato publicado por el MINSAP, se enorgullecía de que hubiese
62 médicos por cada 10.000 habitantes. En realidad más de 15.000 médicos
han sido enviados a Venezuela, y alrededor de 2.600 cumplen misión en
otras latitudes. Según datos del Ministerio de Salud pública cubana, la
Isla presta colaboración en 69 países.
En el tema de los recursos humanos disponibles, la falta de personal
para atender las necesidades médicas de los cubanos se vuelve
preocupante. Incluso, antes de iniciarse las exportaciones de personal
médico y paramédico, Ciudad de La Habana ya necesitaba enfermeros del
resto del país para satisfacer su demanda. No obstante, la solución de
las autoridades es la ley del menor esfuerzo: disminuir a la mitad el
tiempo de estudio de algunas especialidades, informan los periodistas.
"Ahora mismo acaban de reducir la especialidad de oftalmología de cuatro
a dos años", cuenta un experto desde La Habana, a quien también le
aseguraron que se están preparando médicos de familia para asumir
funciones de oculista, "en un cursillo de sólo ocho semanas".
Un panorama cada vez más sombrío
Alarmantes son los últimos datos que muestran el peor panorama en muchos
años en el tema de la salubridad ciudadana.
En la provincia de Holguín se identificaron 616 casos de enfermos de
Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) desde 1986 hasta el
último enero. De esa cifra fallecieron 120 enfermos y actualmente
conviven con la pandemia 497 provincianos. Con un ritmo de crecimiento
en el 2010 del 9.4%, y 29.8%, respecto al 2009 y 2008, informa cubanet.
En días de intensas lluvias del verano, el Hospital Provincial Camilo
Cienfuegos, de Sancti Spíritus, el cual tiene un deficiente sistema de
drenaje y suministro de agua, toda la planta baja se inunda de aguas
albañales. La mayoría de los inodoros del hospital se encuentran
clausurados. Un miembro del personal paramédico expresó que: "Sólo hay
tres ambulancias en toda la provincia, y apenas diez camillas, de las
cuales únicamente cinco están en condiciones aceptables".
Hace pocos días la jefatura del policlínico Julián Grimaut del municipio
Arroyo Naranjo, reconoció los casos de dengue que está afectando la región.
Los directivos del centro se han mostrado preocupados por la rápida
propagación del virus en diferentes repartos, que de continuar podría
convertirse en epidemia, destacó el diario digital misceláneasdecuba.
Este policlínico pudiera cerrar por la ausencia de medicamentos y
materiales como los guantes quirúrgicos, alcohol, algodón y
jeringuillas. Si la medida se hiciera efectiva, expresan los afectados,
los vecinos de la localidad estarían obligados a recorrer kilómetros
para recibir atención médica.
Otro políclinico, "Rafael Valdés", ubicado en el municipio capitalino
del Cotorro, tiene falta de equipos y esto deviene en un ineficiente y
mediocre servicio a la población, informó a su vez el portal
primaveradigital.
Según pacientes que acuden regularmente al policlínico, éste muchas
veces no tiene agua ni electricidad. Los médicos y técnicos que trabajan
en el lugar se ven imposibilitados de realizar exámenes y pruebas
pedidas por médicos de familias, por falta de guantes, agujas, placas,
reactivos y otros elementos de servicio.
"Es un atropello. Aquí llegan ancianos en sillas de ruedas y da
irritación ver como tienen que esperar o trasladarse. A veces porque
esta instalación no tiene agua o se interrumpió el suministro de energía
eléctrica", dijo un vecino del lugar.
No se trata de casos aislados, sino de la triste realidad generalizada
que hay detrás de "una potencia médica"."
http://www.martinoticias.com/noticias/Salud-para-los-cubanos-una-bandera-deshonrosa-125026109.html
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