jueves, 28 de julio de 2011

La historia se rebela

La historia se rebela
Thursday, July 28, 2011 | Por Orlando Freire Santana

LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) – Es tema recurrente entre
profesores, padres y alumnos, los pésimos resultados que arrojaron los
exámenes de Historia de Cuba en el nivel de enseñanza media, en el
recién finalizado curso escolar. Hubo planteles en que más del cincuenta
por ciento de los alumnos desaprobaron la prueba final de esa
asignatura, y debieron ir a la revalorización o "el extraordinario".

Es cierto que la escasa preparación de muchos de los maestros que
imparten la materia, así como los puntos que pierden los estudiantes por
errores ortográficos y deficiencias en la redacción, pueden haber
influido en dichos resultados.

Sin embargo, prefiero centrar la atención en un elemento que no aflora
en el análisis oficial pero que, sin dudas, está presente en esta
debacle: la manera en se enseña la Historia.

En las clases que reciben nuestros alumnos, la interpretación histórica
prevalece por sobre el hecho histórico. O sea, lo objetivo es apabullado
por una subjetividad que cuenta el pasado de acuerdo con los intereses
de un presente en extremo beligerante. En ese sentido hemos sido alumnos
aventajados en la asimilación del Materialismo Histórico de Marx.

Para nuestros docentes, la historia de Cuba poseyó siempre un sentido
definido: todo lo acontecido en la isla, desde la llegada de Cristóbal
Colón hasta el último gobierno de Fulgencio Batista, no fue más que la
creación de condiciones para que Fidel Castro tomara el poder en 1959.
Es lo que los especialistas calificarían como una teleología histórica.

Además, los educandos cubanos arrastran auténticas lagunas históricas,
como el verdadero significado del 20 de mayo de 1902, la labor civilista
de la Cámara de Representantes en Guáimaro, los progresos políticos que
conoció la colonia tras el Pacto del Zanjón, o todo el período
republicano, entre otras.

Entonces es lógico suponer que, ante la constatación de un presente
sombrío y carente de esperanzas, nuestros jóvenes rechacen la evocación
de figuras y hechos que responsabilizan con el actual panorama nacional.
Resultan muy ilustrativos los casos de jóvenes, recién llegados al
exterior, que no quieren saber nada de Martí, al que culpan de ser el
antecedente del actual Partido Comunista de Cuba, o el autor intelectual
del asalto al cuartel Moncada.

Cualquiera diría que estamos en presencia de un ajuste de cuentas entre
la Historia y las autoridades educativas de la isla.

http://www.cubanet.org/articulos/la-historia-se-rebela/

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