Entre los artículos que más adquieren los cubanos, según vendedores de
la Bahía, están: jeans, carteras, lavadoras, televisores y radios
portátiles, todos altamente apetecidos en Cuba y que encuentran un fácil
destino en el mercado negro de la Isla.
David Sosa / Especial para martinoticias.com 13 de julio de 2011
La Bahía de Guayaquil (la ciudad-puerto más importante de Ecuador) es un
mercado popular donde se consiguen desde alfileres y lencería, hasta
motocicletas y electrodomésticos. Esta especie de zona franca, sin
facturas ni precios fijos, abarca 17 hectáreas, desde la calle Colón
hasta Capitán Nájera, y desde Chimborazo hasta el Malecón. Su sello:
todo lo que allí se adquiere es mercadería de contrabando, abastecida
por unos 2.000 vendedores informales que no preguntan demasiado y
consiguen hasta armas de fuego.
Este lugar es el preferido en Guayaquil por esa nueva especie de
comerciantes que compran allí mercadería para luego revenderla en Cuba.
Entre los artículos que más adquieren los cubanos, según vendedores de
la Bahía, están: jeans, carteras, lavadoras, televisores y radios
portátiles, todos altamente apetecidos en Cuba y que encuentran un fácil
destino en el mercado negro de la Isla.
Los nuevos compradores de la Bahía son fácilmente identificables:
camisetas con todo tipo de leyendas, chaquetas de mezclilla, tenis,
gorras de béisbolistas, cadenas y el pelo rapado. Hablan a gritos y no
resulta nada raro escuchar de esquina a esquina: "¡Asere, mira estas
zapatillas!, p'a partirle el brazo". "¡Volao, asere!", p'a los puros".
El mulato joven, con cadena de plata al cuello, se acerca a ver lo que
el otro le señala. Se trata de unos Adidas de imitación, con lucecitas
fosforescentes en la suela, que está a punto de comprar por 20 dólares.
"Por estos Adidas cualquier jinetero me da cincuenta fulas en Cuba,
asere", me dice el hombre identificado como "Cheo". "Con 10 pares de
estos que me lleve p'a Cuba estoy hecho, mi ambia".
"Cheo" es uno de los cubanos que pudo aprovechar la nueva legislación
migratoria ecuatoriana según la cual centenas de cubanos entraron sin
visa al país, y aplicaron para obtener la nacionalidad. Desde que la
nueva norma se aprobó en Montecristi, la Cancillería Ecuatoriana emitió
más de 1 400 nacionalizaciones a cubanos.
Como ahora es ciudadano ecuatoriano, "Cheo" sale y entra de Cuba con
mucha facilidad, siempre cargado de mercadería barata (china y peruana
básicamente, que es lo que más se vende en la Bahía) y se queda tres
meses en Cuba hasta que se le acabe la "astilla".
"Cuando llego al aeropuerto ya tengo mi contacto allá, siempre le llevo
unos 'fulitas', algún regalito y ya, todo querido", dice explicando cómo
logra entrar la mercancía a Cuba.
Desde los jueves por la tarde resulta muy común ver la procesión de
cubanos que baja hacia la Bahía viniendo desde la avenida Boyacá. "Mira,
esos de allá son cubanos", comenta Jorge Herrera, cubano de 40 años
quien tiene un pequeño negocio de tostadas y batidos muy cerca de donde
transitan. "Son inconfundibles, no quieren trabajar, con el dinero del
'jineteo' en Cuba vienen aquí, compran mercancía y luego la llevan para
allá". Eventualmente algunos de ellos paran en su negocio para tomar
batido y así se entera de sus negocios.
En la Bahía es muy fácil conseguir un par de zapatos deportivos por 20
dólares, un pulóver por 8, un reloj digital en por 10 y camisas de
manga corta por 12. Hay unos videos pequeños que no pasan de los 25
dólares, "de esos se llevan hasta cinco", dice una vendedora del sector.
En el 2008 ingresaron a Ecuador 10 948 cubanos y salieron 9 935; en el
2009 llegaron 27 114 y salieron 23 147. Un grupo pequeño dice que llega
en busca de trabajo y libertad (algo difícil en la actual situación
política ecuatoriana), otros para casarse con ecuatorianas y
naturalizarse, y la otra parte para trabajar temporalmente, comprar ropa
barata y llevarla a su país.
Es lo que se ve en la Bahía, de Guayaquil y en populares centros
comerciales de Quito, en la capital, como El Tejar e Ipiales donde casi
todos los días, a partir de las once de la mañana, un grupo de nuevos
compradores -que hablan en alta voz y tiene acento caribeño- han
reactivado las ventas del lugar.
Los vendedores ecuatorianos andan de plácemes porque, según dicen, los
cubanos se han convertido en "muy buenos clientes".
Eso lo corrobora Angelita Vega, administradora del centro comercial El
Tejar (en Quito), quien dice que desde hace año y medio los cubanos se
convirtieron en sus principales compradores, y que trajeron tanto
movimiento que sus ventas subieron en un 40%.
Allí también los jeans son prendas muy apetecidas por los compradores
cubanos. Tras adquirirlos por 8 dólares, los revenden en Cuba entre 18 y
35. En el caso de Quito los compradores son fundamentalmente aquellos
que perciben ingresos de remesas o de los pequeños negocios que empiezan
a aparecer en Cuba.
En el mercadillo Ipiales, situado en pleno centro de Quito, también los
nuevos y apreciados compradores de ropa, zapatos y accesorios se cuentan
por decenas cada día.
Según los comerciantes, los cubanos los han salvado de la crisis. Cuenta
Steve Domínguez, administrador de Fantasías Núñez (tienda de bisutería y
accesorios para el cabello) que a ellos los tienen catalogados como
"grupo prioritario", pues se han convertido en el 65% de su clientela.
Es una realidad visible. De acuerdo con autoridades migratorias y
fuentes policiales de Ecuador está entrando al país una nueva especie
denominada "maleteros", la mayoría de sus miembros se casa con
ciudadanos ecuatorianos y, una vez, regularizados, "se dedican a entrar
y salir del país con mercancía barata".
Por lo pronto los barrios de cubanos cada día se asientan más en el
país. Lugares como El Paraíso, en Guayaquil y La Florida, en Quito,
están repletos de isleños.
http://www.martinoticias.com/noticias/Comprar-en-Ecuador-y-revender-en-Cuba-125482068.html
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