viernes, 22 de julio de 2011

El Chapi

El Chapi
Jueves, 21 de Julio de 2011 12:48
Frank Correa

el_chaJaimanitas, La Habana, 21 de julio de 2011, (PD) En este poblado
de pescadores del noroeste de la capital cubana pululan los
desempleados, alcohólicos, insolventes, mendigos y locos, uno muy
notorio es el chapi, que en los últimos días se ha convertido en un
látigo para la salubridad de sus calles, pues durante la noche voltea
los latones de basuras en busca de alimentos.

El chapi era considerado hasta hace poco un loco tranquilo, andaba
descalzo, mugroso, hablaba sin parar y dormía en los portales, pero su
desequilibrio parece haber subido de tono, se ha vuelto agresivo,
molesta a los transeúntes, detiene el tráfico, golpea a los perros, tira
piedras, grita, asusta.

El chapi no toda su vida fue un loco de atar, en el pasado tuvo una vida
de privilegios, pasó a la demencia de la noche a la mañana, sin
conocerse jamás la razón exacta del descalabro.

De joven perteneció a la juventud comunista integrando el primer
contingente que viajó a la antigua URSS a estudiar mecánica automotriz,
su habilidad natural para la reparación de motores y la chapistería le
agenciaron el diploma de oro de su graduación.

Al regresar a Cuba lo asignaron a uno de los más importantes aeropuertos
del país, donde desarrolló un excelente trabajo en la reparación de
viejos aviones que se mantuvieron activos gracias a la destreza del
negro, que según opiniones de sus jefes se las sabía todas en asuntos de
ingeniería.

A principios de los noventa el chapi fue designado por el alto mando
para la reparación y el mantenimiento de los autos del comandante en
jefe, una década después algo muy extraño ocurrió en la vida del
chapista, porque de repente desapareció de escena y durante un tiempo no
se supo nada de él, hasta que reapareció un día vuelto loco, sucio,
descalzo, deambulando por las calles, articulando una inacabable sarta
de estupideces.

Los vecinos se quejan con el delegado del Poder Popular por la basura
regada en la calle, las pedradas, las amenazas y la gritería del loco,
pero al final todos terminan perdonándolo, tal vez porque el chapi es
hoy parte de la historia real de Jaimanitas.

beilycorrea@yahoo.es

http://www.primaveradigital.org/primavera/sociedad/sociedad/1883-el-chapi

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