sábado, 16 de julio de 2011

A doscientos años de la independencia, ¿el fin del bolivarismo?

A doscientos años de la independencia, ¿el fin del bolivarismo?
Por Julio Antonio Aleaga Pesant

La Habana, 14 de julio/ PD/ En aquel lugar, unos mil reclusos están
secuestrados por otros prisioneros, desde hace tres semanas y la fuerza
pública no está en capacidad de resolver la crisis.
Es común que los estados con tendencia autoritaria oculten sus
deficiencias y crisis con grandes actos publicitarios como los
desarrollados por el chavismo en Caracas en estos días. Pero si Lenin,
Mao, Stalin, Pol Pot y otros de esa pandilla condenaron al marxismo y al
comunismo como tendencia y la acuñaron como una ideología de muerte y
miseria, el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, enterró para el futuro
la herencia ideológica de Simón Bolívar y, a lo que la fanaticada de
izquierda llama la revolución bolivariana y su emparentamiento con el
socialismo del siglo XXI.
Bolívar es uno de los personajes a los que los historiadores se
encargaron de dulcificar su vida en función de sus altos ideales. Algo
que merece la pena en la creación de los valores patrios continentales y
universales en los jóvenes y adolescentes, pero poco con los análisis y
la percepción de su conducta.

Entre otros detalles, Bolívar arrestó en 1812 a Francisco Miranda (El
Precursor) y en acto de suprema traición, lo entregó prisionero a los
realistas. Miranda murió en 1816 en una prisión española.
La veta traicionera de Bolívar se encuentra en su alianza con
Inglaterra, una nación extra continental y por demás imperio colonial en
esos años, en contra de la entonces naciente república de los Estados
Unidos de América.

Siguiendo los pasos de Bolívar, Hugo Chávez, traicionó a sus compañeros
de armas, llegado el momento y se alía a cuanta potencia extra
continental encuentra con el fin de conspirar contra los Estados Unidos,
no importa sea el régimen teocrático iraní, o las pre-capitalistas Rusia
o China.
Pero donde definitivamente se conjugan fue en su afán por convertirse en
emperadores de América Latina. Bolívar quería una América unida bajo su
mando y no lo logró. Chávez pretende lo mismo y todo indica que no lo
logrará, pero no por problemas de salud, como pueden pensar muchos.
Falla su discurso en que es decimonónico y pre-moderno. Es importante
que en su "tren" se montaran indigenistas, populistas y otros "istas"
que pululan por el continente, bajo el auspicio del Comando Miranda.

Las dos principales iniciativas "bolivarianas" están a punto de sucumbir
ante el peso de su inoperancia.
La Alianza Bolivariana (ALBA) es hasta ahora un sistema de trueque de
petróleos por favores puntuales, donde el Palacio de Miraflores paga el
clientelismo político gracias a los altos precios del petróleo. El
proyecto esta lejos de permitir una integración tangible, con libertad
de movimiento para capitales, bienes y personas y, mucho menos para el
establecimiento de una moneda única, el Sucre. El mecanismo de unidad es
el anti-norteamericanismo… y por muy irreal que parezca, el pre-capitalismo.

La Organización de Estados Latinoamericanos y del Caribe (OELC), padece
de la misma enfermedad. Quiere dejar fuera del espacio integrador a las
dos economías más fuertes, las democracias más estables, los sistemas
políticos más seguros y promisorios: Canadá y Estados Unidos. Extraña
coincidencia. Pero la nueva organización está muerta en su bolsa prenatal.

A doscientos años de la independencia, vamos dejando atrás los modelos
pre- modernos de los caudillos que la encabezaron, para avanzar hacia
una integración sobre bases sólidas.

http://cubamatinal.es/2011/07/15/a-doscientos-anos-de-la-independencia-%c2%bfel-fin-del-bolivarismo/

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