10-06-2011.
Damián Sánchez Sáenz
Buró Información Comisión Martiana y JACU
(www.miscelaneasdecuba.net)
Resolver un plato de comida diario para los cubanos, es más difícil que
encontrar en la Habana la lámpara maravillosa de Aladino, y es que el
problema no es sólo el bocado que nos llevamos a la boca, sino como
conseguir el dinero para adquirirlo.
Sólo hay que caminar las calles de la ciudad y se podrá descubrir las
diferentes maneras de buscar dinero. En las afueras de las tiendas están
los vendedores ilegales que son capaces de conseguir, desde un jabón
hasta un televisor de las pulgadas que desee el cliente.
Hace unos días me quede asombrado, cuando intentaba entrar a una de las
tiendas ubicada en la popular avenida de Neptuno y me interceptó en la
misma puerta un joven. La propuesta fue directa: "Tengo tenis marca
Adidas de todo tipo", es como si estos vendedores ambulantes fueran
adivinos. Cuando se dio cuenta de mi interés, me dijo: "Espera aquí,
enseguida vengo con lo que necesitas", desapareció y en menos de 5
minutos regresó con el modelo que le había pedido, algo jamás visto ni
en las aventuras de Harry Potter.
Cuando me iba mire hacia atrás y uno de los dependientes de la tienda le
estaba echando una sonada descarga al "mago de los Adidas" y es que
ellos también luchan por la supervivencia, todos somos víctimas de un
sistema donde la prosperidad económica es una utopía.
Alberto es un excelente informático, trabaja en una empresa estatal y su
salario es de 325 pesos equivalente a unos 13 cuc al mes, tiene una
familia que mantener incluyendo una niña de un añito. Desde hace unos
días lo veo más delgado y las ojeras le llegan al cuello, me comentó que
tiene dos trabajos más, uno es de noche en días alternos, el otro es una
contrata en un policlínico que sólo tiene que ir una ves por semana.
Alberto se siente cansado y nunca ha podido llevarle a su hija un
juguete de esos que exponen en las tiendas y hacen soñar a los niños
cubanos, pero sólo pueden conformarse con la fantasía pues los precios
son una pesadilla para los padres.
"Al menos –comenta Alberto– su familia no pasa hambre. Mi abuela le
llamaba mujer de la vida, ahora se llaman jineteras. Las prostitutas
deambulan toda la noche ofreciendo la fruta prohibida en busca de
turistas amantes de las criollas, algunas dichosas se encuentran con la
misericordia de un alma dispuesta a ofrecer libertad a cambio de pasión.
A pesar de someterse al sacrificio de abandonar a su familia no les
queda otra. Disímiles maneras existen para buscar dinero, lo penoso es
que la mayoría de ellas obliga a la sociedad renunciar a sus principios
y valores.
No puedo dejar de mencionar los más favorecidos y despreciables, esos
que cobran por golpear a sus semejantes debido a sus diferencias
políticas. Los que confunden la honradez con el servilismo. Los que con
sus riquezas ayudan a destruir el futuro de muchos. Los que alargan la
vida de los tiranos. Esos que tienen de todo, hasta el rechazo y la
oposición de sus propios hijos. Esos que contribuyen que nuestra isla
siga gobernada por corsarios y piratas.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=32576
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