Por Guillermo I. Martínez
La idea ha pasado por la mente de la gran mayoría del millón seiscientos
mil cubanos y cubanos americanos que viven en Estados Unidos - tanto los
que nacieron aquí, como los que han venido de Cuba en los últimos 52 años.
¿Cómo es posible que en Egipto el pueblo haya podido sacar del poder a
Hosni Mubarak después de 30 años como gobernante, y los cubanos no hemos
podido deshacernos de la tiranía en los hermanos Castro en más de medio
siglo?
Muchos periodistas, analistas, y académicos especializados en estudiar
los problemas políticos, económicos y sociales de Cuba han abordado el
tema con frecuencia en los últimos días. Algunos dicen que la policía
secreta de Cuba, entrenada por la Stassi de Alemania Oriental, no tiene
problema con lidiar por la fuerza contra los que se atrevan a protestar
y ya lo han hecho en el pasado.
Otros dicen que el gobierno cubano ha actuado en forma muy inteligente
al limitar el acceso a la internet y a las redes de comunicación social
al pueblo. No importa que por unos días, a partir del 11 de febrero
dieran mayor acceso a algunos disidentes. Tampoco van a cambiar las
cosas con el cable digital submarino que Venezuela ha instalado. Cuba va
a tener una mayor capacidad de proporcionarle servicios de telefonía
celular e internet. Pero una cosa es tener la capacidad y otra es que se
la den al pueblo. En Cuba el porcentaje de personas con acceso a la
internet es minúsculo.
También hay los que dicen con cara dura que Fidel y Raúl Castro todavía
son líderes populares. Decir eso es una estupidez. Si fueran tan
populares Cuba tendría más de un partido político, el pueblo tendría
libertad de expresión y las elecciones serían pluripartidistas,
transparentes y democráticas.
Sin embargo hay que decir que en cierto sentido todo lo dicho con
anterioridad, tiene algo de razón. Cuba es el régimen más represivo en
el hemisferio occidental. La policía secreta, o los agentes de la
seguridad del estado, como le dicen en Cuba, es una fuerza formidable
para reprimir al pueblo. Es una de las mejores en el mundo. Cuba no le
da acceso a la internet, a Facebook o a Twitter o a casi nadie. Y por
último, como hasta ahora todo el mundo trabajaba para el gobierno, un
porcentaje de ellos le es fiel al mismo por cuidar el puesto.
Sin embargo, aún si sumáramos todos los componentes mencionados con
anterioridad no tendríamos la respuesta a la pregunta que muchos nos
hacemos. ¿Cómo es posible que cayera el muro de Berlín y la cortina de
hierro y Cuba siga siendo comunista? ¿Cómo es posible que protestas
callejeras en el Medio Oriente derrocaran a los gobiernos en Tunez y en
Egipto y pusieran a otros en la región a punto de caramelo y Cuba siga
sin problemas que pongan en peligro a los hermanos Castro?
Hay otra explicación que puede resumirse en una palabra -- Miami.
Los cubanos tienen la bendición y a la vez la maldición de estar tan
cerca de Estados Unidos, a poco más de 150 kilómetros. Además, los
gobiernos estadounidense siempre le han concedido privilegios a los que
vienen a este país de Cuba. No importa si llegan como exiliados, como
refugiados, o si se ganaron la lotería de visas que fue instaurada en 1998.
Mientras el gobierno cubano tenga una válvula de escape que permita al
pueblo escapar de la isla cuando las cosas se ponen color de hormiga, va
a ser difícil que en Cuba veamos las protestas que presenciamos en la
televisión provenientes de Egipto.
Guillermo I. Martínez reside en el sur de la Florida. Su dirección
electrónica es: Guimar123@gmail.com.
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