miércoles, 16 de febrero de 2011

LO PROPIO

LO PROPIO
16-02-2011.
Martha Beatriz Roque Cabello
Ex Prisionera de Conciencia de la Causa de los 75

(www.miscelaneasdecuba.net).- La acepción de propio(a) está vinculada a
algo que pertenece a una persona, que por consiguiente tiene la facultad
exclusiva de disponer de ello. Ciertamente, los individuos que están
tratando de comenzar a utilizar como medio de vida el "trabajo por
cuenta propia", han acogido el significado de la palabra de forma
literal, pero no es así como lo ve el gobierno, sino como algo figurado,
lo que implica que tiene que servir para resolver el problema del
momento y retornar a su punto de partida.
Son muchos lo elementos que permiten pensar que tanto esta nueva
modalidad laboral, como la pequeña empresa familiar de la que también
se habla, no tendrán los resultados esperados en el futuro cercano. Sin
embargo, ya se puede afirmar que existe distorsión en algunas de las 178
actividades permitidas, y se puede apreciar desde el punto de vista social.

Por ejemplo, "el buquenque", que en el listado tiene el nombre de
"Gestor de viajeros" (No.52 de la lista), paga una cuota mensual por su
licencia de 80 pesos moneda nacional y según cuentan algunos de ellos y
los propios dueños de vehículos, se llevan diariamente para la casa,
como promedio, unos 100 cuc (peso cubano convertible) el equivalente de
2500 pesos, el salario medio de un trabajador durante 6 meses. Este
grupo de personas ha degenerado en una "mafia" en las terminales de
ómnibus y aquellos lugares donde se alquilan autos para cubrir
distancias largas e incluso en algunos puntos donde se sitúan (también
pueden ser coches) para alquilarlos colectivamente.

Ellos no dejan siquiera que la persona llegue al lugar, enseguida la
abordan ofreciéndole todo tipo de vehículo, con precios que ajustan con
los transportistas, que no tienen otro remedio que ceder ante sus
presiones. En síntesis su trabajo consiste en hablar, enrarecer el
ambiente con guapería y cobrarle una tajada a los choferes, que como
mínimo es "una monja" (cinco cuc); pero como han sido autorizados, no
pueden ser acusados de enriquecimiento ilícito.

Otro parásito es el "Parqueador, cuidador de equipos automotores,
ciclos, triciclos (No.76 de la lista) que se adueña de determinadas
áreas de la calle y cobra por supuestamente vigilar el vehículo, pero no
se hace responsable para nada de lo que haya dentro. Estos trabajadores
por cuenta propia, tienen hasta un "Código de Ética", para cooperar con
el control social, entiéndase la policía. Puede decirse que son algo
incongruente con lo sucedido en los primeros momentos del año 1959,
cuando se rompían con gran odio los parquímetros.

También está el "Cuidador de baños públicos" (No.29 de la lista), que
dejó de ser un cargo en la plantilla de cualquier establecimiento, en
particular restaurantes y cafeterías; incluso en algunos hoteles hay
personas dedicadas a ello. El pretexto es que mantienen los baños
limpios, cosa que antes era un gran problema y continúa siéndolo en
muchos lugares, como: hospitales, tribunales de justicia, oficinas de
atención al público, etc.

Hace 53 años, Salubridad no permitía que algún propietario de negocios o
establecimiento oficial, tuviera los baños en malas condiciones, porque
cerraba el lugar; hoy a pesar de la propaganda sobre la salud, que
autoproclama el gobierno, no hay ninguna entidad oficial que se ocupe de
ello, y si existe por designación, no hace tal trabajo.

Los "cuidadores" se sientan durante horas delante de los baños y ponen
un platico con algunas monedas dentro, en la mayoría de los casos en
cuc, tienen un jabón que prestan a los usuarios y pequeños pedazos de
papel sanitario para brindar a las damas, todo adquirido con medios
propios; eso sí, tantas veces como utilice el "servicio" debe pagar.

Aunque las personas que han estado accediendo al trabajo por cuenta
propia no son –en su mayoría- de los "disponibles", esta alternativa
tiene sus frenos en la base. El burocratismo arraigado a los
funcionarios vinculados con los trámites –cualesquiera sean- hace que no
fluya esta "mágica solución", pero además en estos momentos, todo parece
indicar que el gobierno se hace la "vista gorda" con las
interpretaciones que algunas personas han llevado a cabo sobre esta
modalidad.

En una muestra tomada en la calle Neptuno entre Amistad e Industria, en
el municipio de Centro Habana, se pudieron detectar algunas situaciones,
que cualquiera encontraría con solo pasar la vista y que no son todas
las que hay en esta cuadra.

Un vendedor que no se adapta a ninguna de las 178 actividades
autorizadas, en un pequeño espacio ofrecía mercancías tales como: ropa
de marca, espejuelos, zapatos, chancletas Puma, baterías, hilo de coser,
relojes, ropa interior de hombre y de mujer de confección industrial,
bufandas, máquinas de afeitar, adornos para el pelo, fosforeras,
estropajos de aluminio, cintos, etc. En el momento en que se realizaban
las pesquisas, una mujer llegaba al lugar a ofrecerle mercancías.

Sentada en el alféizar de una puerta, una persona vendía turrones
caseros de maní, en esos momentos pasaba un auto patrulla de la policía
y puso sus manos encima para taparlos, pero no era necesario, ninguno de
los tripulantes de la "perseguidora" miró para donde ella estaba.

Una "Productora vendedora de artículos varios de uso en el hogar" (No.
88 en la lista) y también "Productora vendedora de escobas, cepillos y
similares" (No.96 en la lista), sentada en un pequeño local, protegido
por una reja, vendía artículos plásticos, de aluminio, de madera y
algunos otros como: sogas de tendedera, pegamento, velas, estropajo de
aluminio, etc., de origen industrial. En el momento en que se realizaba
la investigación, otro vendedor le proponía un perfume, que ella compró.

Sin cartel alguno, que lo identificara como un producto a la venta,
sobre una silla detrás de una puerta de hierro de una "casa", se
encontraban unos tomates de ensalada y más atrás en la mesa galones con
puré de tomate.

Una señora que dijo haber tenido antes una cafetería y que cambió de
negocios, vendía productos industriales de mujer, en particular
billeteras a un precio de 8 cuc, que se pueden comprar en las tiendas
estatales de la misma cuadra en 12 cuc (como parte de la competencia),
también tenía a la vista ajustadores, pullovers, maquillaje, adornos
para el cabello (dentro de un sobre de nylon con letras de "rubber bands")

Estas fueron algunas de las violaciones que se pudieron detectar, sin
siquiera detenerse mucho, es por eso que se puede afirmar que en estos
momentos la gente puede aprovecharse por dos cosas: el descontrol
estatal, siempre presente; y el miedo a espantar a los cuentapropistas
con los inspectores y la policía.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=31285

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