Aleida Guevara se encuentra actualmente de gira por España. En la
provincia de Tarragona ha ofrecido ya una presentación, en la localidad
de Cambrils, durante la cual no titubeó en hacer declaraciones como las
que me resume alguien que asistió al evento:
"Cuba comienza un proceso de experimento, NO de cambio", refiriéndose al
próximo congreso del único partido legal en Cuba: Partido Comunista de
Cuba (PCC).
Otras declaraciones, con una indudable carga de arrogancia y haciendo
gala de la política de 'si no puedes convencer, confunde', la llevaron a
comparar el 'proceso revolucionario cubano' con alguien pintando el
techo sobre una escalera "Como Michelangelo cuando pintaba la Capilla
Sixtina" y que la caída de la URSS supuso el arrebato repentino de la
escalera teniendo el artista que volver a construir la escalera e ir
subiendo escalón por escalón "porque no tenemos recursos, no hay". Lo
más curioso del caso es que 5 minutos antes se pavoneaba con el hecho de
que Cuba es uno de los principales abastecedores de níquel a nivel
mundial y que ya no tenía que ser casi regalado a los 'yankis' por no
tener la maquinaria para procesarlo, limpiarlo, mejorarlo y así elevar
su valor exponencialmente en el mercado internacional.
La hija del Che (como se apresuran a señalar siempre que la mencionan en
la publicidad respecto a las conferencias), continuará este tipo de
presentaciones en los próximos días. El 23 de febrero, día en que se
cumple el primer aniversario de la muerte de Orlando Zapata Tamayo, esta
señora planea ofrecer una conferencia en la Universitat Rovira i Virgili
de Tarragona a las 19h.
En el siguiente post colgaremos una carta escrita en catalán y dirigida
al Rector de dicha universidad, respecto al tema que nos ocupa y dejando
claramente expuesta una postura de desacuerdo total con estas
conferencias en un centro de enseñanza. Cabe señalar que las
universidades deben mantenerse al margen y con una postura neutral
respecto a temas como política y religión, sin intentar favorecer
tendencia o creencia alguna.
Joan Antoni Guerrero Valls, febrero 17
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