miércoles, 8 de diciembre de 2010

Cuba metida hasta las trancas en el Gobierno de Chávez

Mundo

Cuba metida hasta las trancas en el Gobierno de Chávez
07:00h | Rafael del Naranco, Caracas

Docenas de hombres y mujeres de la isla controlan ministerios
estratégicos, aeropuertos y aduanas. La protección del Presidente de la
República se halla en sus manos, y en las instalaciones militares, con
proselitismo marxista, conforman las milicias que promueven la violencia
contra la oposición.

El primer encuentro de Hugo Chávez con Fidel Castro fue el comienzo de
una admiración del teniente coronel al calor de un deseo que arde
sin consumirse hasta el día de hoy.

El venezolano llega a La Habana en diciembre de 1994, diez meses
después de que el presidente Rafael Caldera firmara el sobreseimiento de
su condena por rebelión militar en el golpe de Estado fallido contra
Carlos Andrés Pérez dos años antes.

Lo que nunca pudo imaginarse el inquieto visitante al bajar por la
escalerilla del avión, es que al final de la misma estaba Fidel
esperándolo, ídolo, con Simón Bolívar, más reverenciado por él.

Ese gesto del hombre de la barba bermeja frente al asombrado discípulo
fue un cálculo convertido en la mayor inversión de Castro desde los
acuerdos con Moscú en plena "guerra fría".

El recibimiento en el aeropuerto "José Martí" de aquel hombre macilento
dentro de un holgado liquiliqui color gris, llegado en clase turística
en un avión de Viasa, que meses después sería el dueño del tercer país
productor de petróleo, iba a representarle a la isla el "maná-nafta"
necesario ante la gravísima crisis económica que le dejó el derrumbe de
la Unión Soviética.

Fidel hizo variadas jugadas de supervivencia en su larga lucha, y
ninguna llegó a la altura de hacerse dueño de ideas, acciones y
movimientos políticos del novato presidente venezolano. Los dos formaron
una dupla sin fisuras bajo la égida del dictador habanero.

El alevín de gobernante se embriagó desde el primer instante ante su
sacrosanto mentor. Al poco tiempo lo expresó de manera vehemente:
"Fidel: asumo el compromiso de seguir tu lucha, de continuar tu
batalla. Cuba es el mar de la felicidad, y hacia allá va Venezuela".

Meses después, en octubre de 2000, se firmó el estratégico Convenio
Integral de Cooperación, que ha sido ahora prorrogado por diez años más.

Venezuela es el pilar fundamental de la economía de Cuba. La Habana
recibe cada día 90.000 barriles en condiciones excepcionales y los
"abona" con el trabajo de miles de técnicos en educación, salud y
deporte a los que el gobierno de la isla tiene como materia de canje
pagándoles un sueldo mísero.

60.000 cubanos

La oposición ha criticado esas avenencias estrechísimas: Venezuela
entrega más de lo que recibe. Cuba envió unas 60.000 personas: la
mitad actúan como médicos en la Misión "Barrio Adentro" –en estos años
100.000 doctores venezolanos se fueron al exterior al no valorárseles
sus experiencias sanitarias -, en planes agrícolas, pesqueros,
deportivos y de asesoramiento en empresas estatales.

El resto ocupa cargos reservados en la Constitución a venezolanos de
nacimiento. Eso son los "siboneyes" privilegiados por la nomenclatura
marxista.

En este apartado están los ministerios de Justicia e Interior,
Educación, Información, Secretaria de la Presidencia y Defensa.

Fiscalizan aeropuertos, notarias, aduanas; se han hecho cargo de la
entrega de pasaportes, células de identidad, y realizan inspección
estricta de las comunicaciones.

Con su asesoramiento, la Asamblea Nacional prepara la ley de control
sobre Internet, con las mismas características leguleyas que ya existen
en Cuba.

Otro de los renglones son las exportaciones. Empresas cubanas manejan
esos rubros como una extensión de las existentes en la isla. Hay
empresas de pesca, aviación, acero, aluminio, leche y cereales
mancomunadas.

Realizan controles puntuales en los estamentos castrenses. La
protección del Presidente de la República se halla en sus manos bajo
estrechos círculos impenetrables.

La famosa frase de Hugo Chávez: "Yo no necesito policías, a mi me
protege el pueblo", ha quedado en los anales de las viejas evocaciones
en desuso.

Comandante Valdés, alias "El Chivo"

Un personaje funesto a razón de su oscura historia de opresión y control
férreo contra el pueblo cubano, vicepresidente del Consejo de Estado,
del Consejo de Ministros, miembro del Buró Político del Partido
Comunista y con los títulos grandilocuentes de Comandante de la
Revolución y Héroe de la República, es la mano que mueve la cuna del
control fidelista en Venezuela.

A este general, Ramiro Valdés Menéndez, alias "El Chivo", - Ramirito,
un mulato "ruso", al decir de Cabrera Infante - al permanecer largas
temporadas en Caracas – despacha directamente con Chávez - le cubre la
extraña "tapadera" de encabezar una permanente "comisión técnica sobre
electricidad", cuando en su país, tras 50 años de revolución, han sido
incapaces de electrificar ni el 40 por ciento de la isla.

Actualmente, en la tierra de Francisco de Miranda sus pilares se
sostienen con el latiguillo de "bolivariano". En ese cronograma, la
Fuerza Armada Nacional, universidades, alcaldías, liceos, policía,
comunas, bancos, institutos científicos, equipos deportivos y
culturales, forma esa entelequia denominada Socialismo del Siglo XXI.

En los cuarteles, espacio donde con más ahínco trabajan
ideológicamente los comisarios del malecón antillano en la construcción
del binomio "pueblo - ejército", el malestar se hace sentir. Panfletos
en los pasillos, pintadas en baños y dormitorios, dejan claro que no
todos los oficiales se han plegado al lema cubano-chavista: "Patria,
Socialismo o muerte. ¡Venceremos!".

Las acusaciones del general

Un general de Brigada, Antonio Rivero, ex director de Protección Civil
durante casi cinco años, solicitó su baja con la intención de expresarle
al país la realidad en los cuarteles.

Chávez lo despellejó con sus hirientes palabras, señal inequívoca de que
su viejo compañero de armas desnudaba una verdad incuestionable: los
cubanos están en las instalaciones armadas haciendo proselitismo
marxista y conformando las milicias que promueven la violencia contra
la sociedad civil que solamente tiene como arma la protesta, "y eso –
reafirmó el militar - es traición a la patria de los altos mandos que
lo están permitiendo".

En una rueda de prensa, Rivero fue conciso y sincero: "Por los momentos
no puedo revelar todo lo que conozco, y es mucho, pero si confirmo que
la presencia de los cubanos en las Fuerzas Armadas va más allá de lo
que debiera ser permitido, al estar manejando áreas estratégicas como
los servicios de inteligencia y el control estricto del personal".

Esto lo confirman semanas después los documentos liberados por
"Wikileaks", en cuyos cables había uno demoledor que avalaba las
palabras del general Rivero: "La inteligencia de los hermanos Castro
tiene acceso directo a Hugo Chávez sin la presencia de agentes
venezolanos", algo normal cuando la Dirección de Inteligencia Militar
(DIM) y el Servicio de Inteligencia Bolivariano (SEBIN), reciben y
obedecen órdenes de altos funcionarios de la "tierra del cocodrilo
verde" en palabras de Nicolás Guillén.

La politóloga venezolana residente en Francia, Elizabeth Burgos, ha
marcado en su último análisis un punto crucial: "Gracias a Hugo Chávez,
al fin se realiza el sueño castrista de imponerse en Venezuela. Más que
nunca el paralelismo aparece como el signo que une a ambos países.
Unidos en una relación simbiótica, los dos practican la corrupción en
la desmesura".

Esa asociación debe ser el "mar de la felicidad" del que habla el
Caudillo venezolano.

http://noticias.lainformacion.com/mundo/cuba-metida-hasta-las-trancas-en-el-gobierno-de-chavez_d43LArgfCJCwgA6IuyEiv5/

No hay comentarios:

Publicar un comentario