jueves, 18 de noviembre de 2010

Los cambios económicos en Cuba me confunden

Diario Las Americas
Publicado el 11-18-2010

Los cambios económicos en Cuba me confunden

Por Guillermo I. Martínez

Si algún encuestador por casualidad me llamara para preguntarme qué
pienso de los cambios económicos que el gobierno cubano ha anunciado
tendría que decirle con plena honestidad: "Por favor diga que estoy
confundido; que no entiendo bien ni lo que hacen, ni lo que tratan de
hacer".

Hay muchos analistas que saben mucho más que yo sobre lo que ocurre
dentro de la isla privada de los hermanos Castro. Ellos dicen que
debemos prestarle atención a los cambios propuestos. El gobierno cubano
va a cesantear a 500,000 empleados públicos; van a eliminar la famosa
tarjeta de racionamiento; van a permitir que los cubanos abran sus
propios negocios, y hasta que contraten empleados que trabajen para ellos.

Dicen que Raúl Castro tiene una visión muy clara de la situación por la
que atraviesa Cuba, y que la economía del país no puede sobrevivir al
menos que se impongan estos cambios, que algunos consideran draconianos.
Y hasta ahora, su hermano mayor, Fidel, no se ha metido con lo que hace
Raúl. El dictador retirado habla y escribe de temas internacionales, de
cosas importantes, tales como un posible holocausto nuclear.

Todo lo que propone Raúl debe concretarse en el próximo Congreso del
Partido Comunista de Cuba, a celebrarse en abril del 2011. Estas
reuniones del congreso del partido deben celebrarse cada cinco años,
pero en Cuba todo funciona a como digan los hermanos Castro. Y en este
caso la última vez que el congreso se reunió fue en 1997. Y hasta que no
llegue la reunión del próximo abril los cubanos van a tener que regirse
por los preceptos publicados en un folleto de 32 páginas con el título
de "guías para una política económica".

Y sin embargo, a pesar de toda la algarabía que han formado dentro y
fuera de la isla, los expertos en el tema cubano deben recordar que en
Cuba las cosas siempre tienen marcha atrás. Hoy son legales, y mañana
cambian de opinión. Hoy los premian por ser buenos empleados de
gobierno; mañana los despiden porque no tienen nada que hacer.

Un gran número de revistas y periódico que escriben del tema hablan de
los flirteos de Cuba con pequeños intentos de privatizar partes de su
economía a la caída de la Unión Soviética. En esa oportunidad Cuba
permitió a los cubanos que abrieran restaurantes pequeños, llamados
paladares, en sus casas y alquilar habitaciones en sus viviendas a los
turistas.

Pero en menos de lo que canta un gallo, eso se acabó en el instante que
el gobierno venezolano comenzó a subvencionar la economía cubana. Y
muchos de los negocios abiertos fueron forzados a cerrar.

Sin embargo, casi nadie recuerda que ya Cuba había hecho algo similar en
1979 cuando le permitió a los campesinos vender los productos que
cultivaban alrededor de sus pequeñas casas en forma directa a los
consumidores. Eso también duró poco. Los campesinos que tuvieron éxito
fueron forzados a vender, nuevamente, todo lo que producían al estado o
si no iban a la cárcel.

Por eso es que estoy confundido con esos "nuevos cambios" en Cuba. El
tiempo nos dirá si este es otro engaño temporal para entretener a un
pueblo cansado de un gobierno al que le gusta vivir del cuento, o si
esperan hasta que alguien -léase entre líneas Estados Unidos- decida que
es hora de ayudar a Cuba.

Mientras todos hablan de estos cambios, hay otros de los que se oye
poco. Y eso son los despidos a altos funcionarios gubernamentales que
manejan negocios con empresas extranjeras o que tienen que ver con las
divisas que entran al país. Esos funcionarios están perdiendo sus
puestos y el gobierno los reemplaza con miembros de las fuerzas armadas.

Las fuerzas armadas en Cuba constituyen la entidad más eficiente del
país. Al mando de GAESA, la empresa que maneja todos los negocios en
manos de los militares hay un señor llamado Luis Alberto Rodríguez, el
yerno de Raúl Castro.

Hay quienes dicen que Cuba ha comenzado a privatizar su economía. Yo
diría que continúan militarizando sus empresas y negocios más
importantes. Ustedes dirán. Yo sigo confundido.

Guillermo I. Martínez reside en el sur de la Florida. Su dirección
electrónica es: Guimar123@gmail.com.

http://www.diariolasamericas.com/noticia/111465/los-cambios-econ%C3%B3micos-en-cuba-me-confunden

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