Raúl, los tiempos y los cambios
Martes, 3 de agosto del 2010
Carlos Carnicero Periodista
Hay dos formas básicas de contemplar Cuba: el odio y la esperanza. Ahora
se están produciendo movimientos acompasados en el ritmo del sistema,
que es endémicamente lento y defensivo. Las excarcelaciones de presos,
en una diplomacia cruzada entre el Vaticano y España, con información
puntual a EEUU, son síntoma y anuncio de otras cosas. Gerardo Arreola,
corresponsal de La Jornada, de México, en Cuba, y uno de los periodistas
mejor informados, apunta a un canje sigiloso de prisioneros: en las
cárceles de EEUU, en condiciones de indignidad cercanas a la tortura,
esperan desde hace más de 10 años cinco jóvenes cubanos acusados de
espionaje en el entramado anticastrista de Miami, por el que fueron
condenados a cadena perpetua. Cinco por 75, que son los presos de la
redada en Cuba de opositores acusados en el 2003 de trabajar para EEUU,
siempre fue una ecuación que se manejó soterradamente como un remake de
la guerra fría, que ha tenido su continuidad en el intercambio de espías
de Rusia con EEUU. Los presos cubanos ya están saliendo; hace falta ver
cómo reacciona EEUU con los prisioneros cubanos.
Y en medio el discurso de Raúl Castro, anunciando solemne y claramente
que el Estado cubano no tiene capacidad para generar pleno empleo ni
para aumentar la producción. Es un hito histórico el reconocimiento
explícito de esa limitación. Pero no lo es menor sus consecuencias: el
anuncio de que se amplía la concesión de licencias para trabajo por
cuenta propia, las disposiciones para que particulares contraten mano de
obra y las correspondientes consecuencias de impuestos y Seguridad
Social. Visto desde los que alimentan la esperanza, un paso definitivo
para que la economía mixta engranaje lo privado y lo público en el
último país comunista de Occidente.
Solamente los samuráis reconocen un fracaso haciéndose el haraquiri. El
resto de los humanos intentan modificar los comportamientos para
adecuarlos a la estética de la convicción y no de la rectificación. Eso,
en Cuba, es ley de vida en un universo en donde los tiempos y los
cambios tienen siempre el ritmo atemperado del Caribe.
http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/20100803/raul-los-tiempos-los-cambios/417495.shtml
No hay comentarios:
Publicar un comentario