02-08-2010.
Lic. Sergio Ramos
(www.miscelaneasdecuba.net).- El viejo tirano apareció vistiendo una
camisa verde olivo después de haber estado fuera de los escenarios
públicos del país por varios años a causa de su grave enfermedad. Se le
vió con los científicos, en el programa televisado Mesa Redonda, con los
Jóvenes de la Unión de Jóvenes Comunistas, con los deportistas, visitó
el Acuario e hizo manifestaciones públicas referentes a temas
internacionales y nacionales.
En una ceremonia aparte, colocó una corona de flores ante el monumento a
José Martí en la Plaza de la Revolución y visitó la tumba de los caídos
en el Ataque al Cuartel Moncada en Artemisa. Manifestó que él estaba ya
"totalmente restablecido". Parecía como si estuviera en una ligera
campaña electoral.
Por su parte, su hermano y tirano sustituto, asistió a los actos
oficiales del 26 de Julio en Santa Clara ante la tumba del genocida
Ernesto "Che" Guevara, pero se limitó a entregar "diplomas y
certificados a trabajadores destacados". Delegó el discurso principal al
también octogenario vice-presidente José Ramón Machado Ventura, un
personaje de recalcitrante línea dura y ortodoxa.
Otro curioso dato durante la celebración ante una oficialmente alegada
asistencia de 90,000 personas, ( que a juzgar por las fotos pudo ser del
orden de los 20,000 ), es que el general Raúl Castro estuvo acompañado a
ambos lados por altos dignatarios del gobierno de Hugo Chávez: el
Ministro de Energía Alí Rodríguez y el vice presidente de Venezuela
Rafael Ramírez.
También es curioso destacar que ondearon tres banderas en las astas
oficiales al lado de la tribuna principal: La cubana, la del 26 de Julio
y la venezolana.
Estos hechos ocurren a pocos días de concluir las conversaciones
tri-partitas entre la Iglesia Católica, el canciller español Miguel
Ángel Moratinos y el general Raúl Castro, las cuales trajeron como
resultado la liberación-destierro de unos cincuenta presos políticos y
la autorización para que las Damas de Blanco desfilaran en paz y con
limitaciones, todos los domingos por la 5ta Avenida de Miramar del
Municipio Playa en Ciudad Habana.
Cabe destacarse que estos hechos ocurren en un momento internamente
difícil para el gobierno de Cuba, matizado por la grave escasez de
alimentos fundamentales en la dieta cotidiana del cubano y por un
marcado descontento entre la población, sobre todo entre la juventud,
quienes no ven futuro alguno dentro de la revolución castrista.
Fidel Castro parece lanzar un mensaje subliminar que se traduce en que
el presidente, Raúl Castro, preside pero no gobierna. Quien dicta las
pautas esenciales del país es el Comandante en Jefe. Su insistencia en
que ya "esta curado" de su dolencia es un llamado de atención a sus
súbditos en términos de que "a que puedo volver a tomar las riendas del
poder". ¿O acaso es un "quiero volver al poder", si juzgamos por sus
desmedidas ambiciones?
Raúl Castro ha sido el gran segundón de su hermano mayor. Siempre ha
actuado con miedo a su autoridad. Sabe que su hermano es implacable y
cruel para quienes le retan su autoridad. Aún a quienes han sido sus mas
leales súbditos y los que le han salvado la vida, han sido asesinados
por el dictador. Los casos de los Generales Ochoa y Abrahantes y del
Coronel De La Guardia son una muestra clara de ello. Su repetida
aparición es un mensaje a su hermano menor de que el puesto presidencial
que ocupa es prestado y le pertenece a Fidel Castro.
También encierra un propósito de crear en la descontenta población el
efecto atemorizante "Cid Campeador" de que el líder de la revolución
sigue al mando aunque este viejo y enfermo.
El hecho de que un hombre de la vieja guardia de Fidel Castro con
posiciones recalcitrantes a cualquier tipo de cambio fuese quien hiciere
el discurso principal en tan importante acto para la oligarquía del
poder, implica un mensaje al pueblo de que no habrá ningún cambio hacia
posturas mas liberales en lo político y en lo económico mientras Fidel
Castro esté con vida.
Un dato que pasó casi inadvertido, pero curioso, es que las banderas de
Cuba y Venezuela estuvieran al mismo nivel en la tribuna principal y que
Raúl Castro estuviera escoltado a ambos lados por el vice presidente de
Venezuela y el Ministro de Energía de ese país. Esta simbología es
preocupante. Hace varios años atrás (en el 2007) el entonces canciller
cubano Felipe Pérez Roque anunció en el pleno de la Asamblea General de
las Naciones Unidas que Cuba estaba dispuesta a declinar su soberanía
para formar una confederanción con Venezuela bajo el ALBA.
Además, Cuba acaba de firmar en esta oportunidad mas de un centenar de
acuerdos que según palabras del propio Raúl Castro están encaminados a
lograr una "integración económica" entre ambos países.
La integración económica es el paso previo a la integración política de
ambos países. Esta sería una fusión, que de producirse, Cuba perdería su
soberanía nacional ante su aliado mas poderoso: Venezuela. En la praxis,
Cuba advendría a ser una provincia venezolana.
Para los escépticos de tal aseveración, recordemos que pese a la
retórica nacionalista que despliega la oligarquía gobernante, lo cierto
es que hay antecedentes de que Fidel Castro y la cúpula gobernante
menosprecian el principio de la soberanía nacional.
Durante la hegemonía de la Unión Soviética, la dictadura castrista
entregó, en muchos ámbitos, las riendas de su soberanía patria a Moscú.
De ese modo, los Rusos controlatron nuestra política internacional y
nuestra economía; modelaron a su forma las Fuerzas Armadas Cubanas;
desplazaron ojivas nucleares en nuestro territorio; construyeron bases
de submarinos nucleares en Cienfuegos y bases de espionaje electrónico
en suelo cubano. Comprometieron a las tropas cubanas en guerras que no
nos pertenecían en el continente africano y desplazó miles de soldados
cubanos por otras partes del mundo.
Cuba volvió a ser soberana porque el imperio soviético se desmoronó, no
por la voluntad de la oligarquía castrista. Tal y como le pasó a los
pueblos conquistados por Roma cuando el Imperio Romano de Occidente cayó.
Este es el mayor peligro. La oligarquía para salvar sus poderes,
privilegios y riquezas busca fusionarse a cualquiera que le ofrezca la
garantía de conservarlos intactos. En este caso es Hugo Chávez, como
ayer lo fue la URSS.
Vuelve a confirmarse que con los Castro no hay posibilidad de cambio, y
si hubieran modificaciones en el régimen imperante, serán aquellas que
produzcan la continuidad de la oligarquía gobernante en el poder y la
conservación de sus riquezas y privilegios.
Aquellos cambios orientados a mayores libertades y derechos humanos para
el pueblo o que conduzcan a un mayor beneficio y prosperidad para los
cubanos, no son comtemplados por la cúpula del poder, específicamente,
por el tirano Fidel Castro.
El cambio hacia la democracia, hacia el respeto a los derechos humanos y
hacia una economía que garantice progreso y bienestar al pueblo cubano
ha de venir de la lucha incesante, persistente y frontal del pueblo
cubano contra sus opresores y contra los foraneos aliados políticos y
económicos de la dictadura que se confabulan para mantener esclavizado a
nuestro pueblo.
El mensaje subliminar de la simbología del tirano es: "Yo sigo al mando.
Aquí no habrá cambios. Y estoy dispuesto a vender la patria con tal de
seguir disfrutando del poder y la riqueza."
La moraleja para el pueblo cubano es que del esclavista solo podemos
esperar esclavitud y solo la rebelión del pueblo es capaz de darle la
libertad al pueblo.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=29177
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