Fariñas: 'Mi patria me necesita en Cuba'
Anna Giralt | Miami
Actualizado domingo 25/07/2010 20:17 horas
Mucho se habla de Cuba, de los presos liberados y de las declaraciones
de estos desde España pero qué fue del hombre, que de una forma más o
menos directa, presionó con su huelga de hambre a que el Gobierno cubano
se comprometiera a liberar a 52 presos políticos.
Pues bien, Guillermo Fariñas sigue en el Hospital de Santa Clara donde
el pasado 11 de marzo fue ingresado por las consecuencias de su vigésimo
tercera huelga de hambre, esta última para pedir la liberación de 26
opositores enfermos en las prisiones del país.
Aunque a principios de mes, el disidente sufrió una trombosis en la vena
yugular y entró en un cuadro médico 'grave-crítico', se empiezan a ver
mejoras en su estado de salud, en gran parte, por el abandono temporal
de su protesta.
Al llamar telefónicamente a su habitación del hospital, nos responde
Doña Alicia, la madre de este psicólogo y periodista independiente,
quien se apresura a afirmar que "estoy más tranquila" que la última vez
que conversamos con ella, unas tres semanas atrás en su vivienda de
Santa Clara.
"Guillermo se está recuperando lentamente. Ha aumentado de peso con la
dieta que le están dando y se encuentra orientado y consciente". Tanto
es así, que el propio Fariñas pudo ponerse al teléfono y conversar unos
minutos con ELMUNDO.es.
La lucha sigue
"Estoy recuperándome, ya llevo 16 días comiendo pollo, carnero... para
que el estómago poco a poco sea capaz de aceptar la comida. Estoy
bebiendo muchos líquidos -jugos, fruta-".
Con voz fuerte y clara, el cubano, de 48 años, nos cuenta que el trombo
que le diagnosticaron se ha desplazado cerca del corazón, por lo que se
está tomando anticoagulantes para alcanzar los niveles de IRN
estándares, y de este modo, recibir el alta médica en una o dos semanas,
si no hay complicaciones.
Fariñas recuerda ese 7 de julio, cuando el obispo de Santa Clara, Arturo
González Amador, le trajo "personalmente la nota del cardenal" en la que
se confirmaba el compromiso de liberar a 52 presos políticos en un plazo
de tres a cuatro meses.
Toda una "rectificación" por parte del régimen de los hermanos Castro,
según el psicólogo, pero sin olvidar que los liberados son "personas que
nunca debieron estar presas" y que todavía hay otros 26 inocentes
encarcelados.
"Estoy muy contento por mis hermanos en lucha y sobre todo por sus
esposas e hijos, aunque si el próximo 7 de noviembre el Gobierno no ha
cumplido con su promesa, volveremos a la protesta".
Este periodista independiente nos recuerda la espléndida labor que
llevan a cabo las Damas de Blanco con sus marchas pacíficas y opina
sobre la controversia que se ha creado entorno al futuro del grupo.
"Pienso que mientras haya un solo preso político deberían existir las
Damas de Blanco".
Sin noticias del exterior
Aislado en su cubículo hospitalario con una televisión que sólo
retransmite las noticias oficiales, el disidente afirma estar totalmente
"desconectado" de la situación de sus compañeros en España, de los que
todavía no ha recibido una llamada.
"El ideal hubiese sido que estas personas hubiesen sido puestas en sus
casas, y que ellos mismo hubiesen decidido si querían salir del país
pero en una negociación no se puede pedir el ideal".
A su parecer, estas salidas a territorio español son la manera que tiene
el Gobierno de liberarse de la presión de los opositores.
Quizás sea por ese motivo que Fariñas ve su futuro en la Isla. "No tengo
pensado irme del país y seguir esta lucha desde el exilio. Mi patria me
necesita aquí", pero "no descarto salir temporalmente al exterior si mi
estado de salud lo demanda", como en el caso de una operación.
Hoy por hoy, lo que Cuba necesita es "cambiar sus leyes para que todos
sus artículos estén relaciones con la declaración de los derechos
humanos internacionales" y de este modo "tener la certeza que no vuelva
a suceder otra ola represiva".
http://www.elmundo.es/america/2010/07/24/cuba/1279994605.html
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