viernes, 23 de julio de 2010

Excarcelación, ¿a quién felicitar?

Publicado el viernes, 07.23.10
Excarcelación, ¿a quién felicitar?
By OSCAR PEÑA

Estoy seguro de que es un empeño muy difícil encontrar personas que no
le agrade la excarcelación de otras y mucho más cuando se trata de
inocentes condenados por orden y orientación del jefe de un gobierno
totalitario que como el de Cuba hace leyes a su medida como el sastre
que corta un traje. En nuestro país las leyes son escritas en el
despacho del dictador y siempre son de extrema severidad para garantizar
la subsistencia del régimen tirano y vitalicio.

Es muy difícil para un ciudadano decente en Cuba respetar las leyes
porque todas están confeccionadas para mutilar las libertades civiles.
Son leyes antinatura. Si la cárcel siempre es dura y triste para
culpables de delitos reales, imagine cómo debe ser para ciudadanos
inocentes como los presos políticos. No puedo negar que por los presos y
sus familiares --aun siendo, como expresa nuestro poeta Raúl Rivero, un
macabro y expreso destierro con corbata-- me alegro de su salida de esa
injusta prisión, pero como otros compatriotas no observo ``el vaso
cubano con más agua''. La operación es redundancia. Desangrar más a Cuba
de sus hijos no es lo que necesita nuestro país como solución. Hay que
cambiar las leyes y las mentes.

No se trata de agrado por presos de conciencia cubanos con los que me
identifican ideas y proyectos para la patria y que son inocentes.
También quisiera que hasta los comprobados culpables cinco espías
cubanos presos en Estados Unidos fueran también excarcelados. Ellos no
son inocentes. Es un tema de humanidad. Ya han pagado bien caro su
vileza y servilismo a un régimen que les hizo creer que eran héroes
designados para llevar a cabo heroicas misiones por la revolución,
cuando no hacían más que un servicio de soplones y siervos. Parte del
castigo es haberse dado cuenta para sus adentros de esa realidad. Veo en
ellos el atenuante que tiene todo nuestro pueblo: fueron víctimas de la
desinformación, confusión y miedo que genera un sistema totalitario.
También me sensibilizo con el dolor de sus padres, esposa y demás
familiares y espero que en algún momento ellos también lo hagan con los
familiares de los muertos a cuyo asesinato --directa o indirectamente--
ellos cooperaron.

Esto no impide que perciba el entorno. ¿Como concebir los primeros
párrafos de este artículo y la ausencia de mis felicitaciones --como
activista cubano de derechos humanos-- a la Iglesia Católica y al
gobierno de España por su llamada mediación en estas ``liberaciones''?
Porque entiendo que no fueron esfuerzos reales ganados en la lucha y el
afán de ayudar a los prisioneros y al pueblo cubano. El cardenal cubano
y España debieron exigir la liberación de todos los presos políticos al
momento y sin condiciones, como salieron los asaltantes del cuartel
Moncada a sólo 22 meses de su larga condena. Si ambos han obtenido este
falso papel mediador ha sido porque le fue otorgado por las propias
autoridades del régimen cubano con el propósito de opacar y desvirtuar
el papel de los disidentes y la naciente sociedad civil cubana.
Lamentablemente para Cuba si alguien sabe jugar ajedrez político son
estos viejos camajanes dirigentes del régimen de la isla. Y si alguna
institución sabe navegar en todos los mares es la Iglesia Católica. Hoy
la cubana se ofrece con el propósito de alcanzar su viejo objetivo de
lograr un programa de media hora en la televisión y en la radio
nacional. Y en el gobierno de España observamos mucha presión sobre
ellos de los inversionistas españoles en la isla para que su gobierno
haga gracias al régimen y así asegurar y expandir inversiones. Puro
interés económico.

No debemos perder la perspectiva. Tampoco al régimen cubano puede
felicitarse. Es recurrente en sus bajezas y abusos. Nunca los debió
encerrar. Utilizan con sus adversarios cívicos las máximas sanciones que
utilizaban las antiguas autoridades colonialistas españolas con los
criollos cubanos: José Martí también fue deportado a Madrid. Me da mucha
alegría la ``libertad'' de mis compatriotas y hermanos de lucha y es
humano entender la opción del avión a estar 20 abriles más presos.
También yo opté por el avión. Además nadie es imprescindible y siempre
ha surgido el relevo en esta digna carrera.

Si a alguien hay que dar mérito en esta última batalla es sólo a Orlando
Zapata Tamayo, las Damas de Blanco y Guillermo Fariñas.

http://www.elnuevoherald.com/2010/07/23/770538/oscar-pena-excarcelacion-a-quien.html

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