jueves, 22 de julio de 2010

El horizonte agrícola

El horizonte agrícola
Lucas Garve, Fundación por la Libertad de Expresión

LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) - Por el momento no se despeja
el horizonte de la agricultura en Cuba. En contra de las buenas
voluntades, muchas barreras se levantan contra este sector de la
economía. A pesar de las imágenes de los reportajes de la televisión,
los esfuerzos de las ferias dominicales en las calles habaneras carecen
de resultado sistemático.

En las ferias hay poca variedad de productos agropecuarios. Generalmente
piñas, mangos, plátanos, limones, ajíes, papas, constituyen la base de
la oferta, pero faltan vegetales, granos, dulces, comestibles en conserva.

La escasez de granos en las tarimas de los mercados (negros, colorados,
blancos) elevó los precios hasta quince pesos la libra. Téngase en
cuenta que los granos son indispensables en la dieta del cubano. A lo
anterior se une que el arroz también escasea desde hace meses, y se oye
decir con frecuencia que el hambre aprieta.

Hasta ahora, una de las vías emprendidas para aumentar la producción
agrícola, y sustituir importaciones de productos agropecuarios, es la
entrega de tierras ociosas a quienes voluntariamente deseen trabajarlas.
Alrededor de 2 mil 200 usufructuarios han obtenido concesiones de
tierras en La Habana. El gobierno insiste en promover la agricultura
suburbana como solución del abastecimiento de verduras, granos y otros
renglones agropecuarios, a los mercados de la capital. Hasta ahora, el
resultado es parcial.

La distribución de tierras ociosas, según la propaganda oficial, avanza
lentamente a través de un túnel de papeleos y controles. Sólo 1 millón
400 mil hectáreas entraron en el proceso de concesión en los veinte
meses de aprobada que tiene la Ley 259. Agréguese a lo anterior que los
usufructuarios las ocupan con las manos atadas por los controles
estatales, sujetos a producir los frutos que indica el contrato.

Cienfuegos, Ciego de Ávila, Camagüey, Las Tunas, son las provincias
donde el proceso avanza con cierta agilidad. Sin embargo, los resultados
no son los esperados, si se tiene en cuenta que solamente el 46 % del
total de tierras entregadas produce algo. Primero, debido a las barreras
naturales: marabú, sequía; a lo que se añade la falta de experiencia de
muchos usufructuarios. En segundo lugar, hay como mínimo tres niveles de
funcionarios pertenecientes al sector agrícola, que obstaculizan más que
benefician a los agricultores.

Para poner el tapón al embotellamiento agrícola, está la falta de
herramientas y maquinarias; calzado y vestimenta adecuados; escaso apoyo
financiero, a lo que se une los altos precios de algunas herramientas
que venden en algunas tiendas.

En cuanto al incremento de la agricultura suburbana, los bajos salarios
no son atractivos para quienes prefieren quedarse en la puerta de su
casa y sobrevivir con la venta de duro frío, cremitas de leche, turrón
de maní, y ropa.

Una vez examinado este asunto crucial para la economía del país, se
puede concluir que aún no vislumbramos los éxitos agrícolas que
beneficien a la población.

http://www.cubanet.org/CNews/y2010/julio2010/22_C_3.html

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