viernes, 20 de noviembre de 2009

MÁS REPRESIÓN Y CORRUPCIÓN, EL BINOMIO DE RAÚL CASTRO

MÁS REPRESIÓN Y CORRUPCIÓN, EL BINOMIO DE RAÚL CASTRO
2009-11-19.
Elías Amor, Economista ULC.

(www.miscelaneasdecuba.net).- Dos informes recientes de Transparency
International y de la organización Human Rights Watch han venido a
confirmar que los cambios propuestos por Raúl Castro al inicio de su
mandato se han quedado en simples promesas que, en ningún caso, han
servido para mejorar la situación del país, sino todo lo contrario.

Transparency International TI, elabora un índice reconocido a nivel
internacional para medir la percepción de la corrupción en 180 países
del mundo y que se fija en la escala 0 (máxima corrupción), 10 (mínima
corrupción). De acuerdo con esta institución, se calcula para el régimen
de Raúl Castro un valor de 4,4, suspenso, puntuación que sitúa a Cuba en
el puesto número 61 del ranking mundial.

A nivel continental, Cuba ocupa el puesto número 11 de un total de 31
países. Con respecto a un año antes, el índice ha mejorado tan solo una
décima, y Cuba sigue ocupando el puesto número 11 en el continente por
debajo de la mayoría de países del Caribe, Puerto Rico o Costa Rica.
(Vea tabla del índice de corrupción)

Se observa así que el régimen comunista sigue sin dar los pasos
necesarios en la línea de mejorar la reputación internacional del país,
como consecuencia del desmesurado control que ejerce el aparato político
del partido único sobre la práctica totalidad de las actividades
económicas y sociales, lo que impide cualquier despliegue de sociedad civil.

Nadie duda, a estas alturas, que la orientación hacia la economía de
mercado y el establecimiento de un marco estable y duradero de respeto a
los derechos de propiedad puede ser un auténtico revulsivo para la
economía cubana y su posición en el mundo en términos de transparencia.

El otro informe, elaborado por la organización Human Rights Watch, HRW,
es igualmente importante, y viene a poner el dedo en la llaga, al
señalar de forma explícita que desde su llegada al poder, "Raúl Castro
ha encerrado a decenas de personas por ejercer sus libertades
fundamentales y ha permitido que otros muchos presos políticos
arrestados durante el gobierno de Fidel Castro continúen padeciendo las
condiciones de su detención". En vez de desarticular la maquinaria
represiva del régimen comunista, Raúl Castro se apoya en ella para
mantenerse en el poder.

La descripción de los mecanismos de represión utilizados por el régimen
es una vergüenza.

El instrumento básico para ejercer la represión sigue siendo la
disposición relativa a la "peligrosidad" del Código penal cubano que
permite encarcelar a las personas antes de cometer un delito, y cuando
existen sospechas de que lo puede hacer en el futuro. Human Rights Watch
ha documentado más de 40 casos de detenciones por la aplicación de la
"peligrosidad". En total, 53 presos todavía padecen privación de
libertad, según Human Rights Watch, desde la ola represiva de la
primavera de 2003 por orden directa de Fidel Castro.

Además, se recurre a las leyes existentes, todavía no reformadas, de
forma sistemática para acallar la libertad de expresión, que continúa
siendo prohibida, la libertad sindical y los derechos laborales, así
como cualquier forma de oposición. Interrogatorios abusivos, denegación
de asistencia letrada y juicios parodia se convierten en el instrumento
de represión más generalizado.

Se producen abusos continuos a los presos políticos en las cárceles, y
continúan las palizas y las agresiones a los disidentes, como la sufrida
por la bloggera cubana Yoani Sánchez. Se mantienen los actos públicos de
repudio y denegación de trabajo, a lo que se une la negativa a pagar las
transferencias bancarias, como sucede recientemente a una Dama de Blanco.

No debe extrañar, en tales condiciones, la rápida respuesta del gobierno
cubano al Informe de Human Rights Watch de la voz de Alberto González,
el responsable de prensa de la sección de intereses cubanos en
Washington. Textualmente, se califica como "cínica y manipuladora la
actitud de HRW al decir que apoya el levantamiento del embargo cuando
utiliza los mismos argumentos que utiliza el gobierno de Estados Unidos
para mantener, justificar el bloqueo y atacar a Cuba". Palabras y más
palabras.

Al final, la consecuencia de más corrupción y más represión es la misma:
el pueblo cubano es el que termina pagando los costes de esta política.
La presión conjunta de las democracias, Unión Europea, América Latina,
Estados Unidos, Canadá, es la única garantía, según Human Rights Watch
para que se cumpla una demanda concreta: "la liberación inmediata y sin
condiciones de todos los presos políticos en el plazo de seis meses".
Una vez liberados los presos, la política de las naciones hacia la Isla
puede evolucionar, pero siempre con el objetivo último de facilitar la
transición a la democracia, la libertad y el respeto a los derechos humanos.

MÁS REPRESIÓN Y CORRUPCIÓN, EL BINOMIO DE RAÚL CASTRO - Misceláneas de
Cuba (19 November 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=24351

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