viernes, 6 de noviembre de 2009

Cuba y sus vecinos

Publicado el viernes, 11.06.09
Cuba y sus vecinos
By OSCAR PEÑA

Estos últimos 57 años de dictadura cubana (siete de Fulgencio Batista y
50 de Fidel Castro) no fueron por culpa de Estados Unidos, ni de ningún
país vecino de América Latina. Fue --y es-- por culpa de los cubanos.
Los transitorios problemas --de pandillaje, corrupción, anarquía y
confusión política que tuvo Cuba en 1952-- no justifican el golpe de
Estado que dio el general Batista, descarrilando el camino democrático.
Fue solo ambición de poder. Y si aquel madrugón en el cuartel de
Columbia al gobierno constitucional de Cuba no se puede defender, menos
defensa tiene todavía la revolución extremista que se instauró en 1959.
También otra acción de ambición de poder.

Si en 1959 se pone sobre una mesa el mapa de nuestro hemisferio y se
pregunta qué país de América Latina necesitaba una revolución radical e
intransigente --después de aclarar que es un mal que no necesita ningún
país-- observaría que Cuba estaba entre los últimos a seleccionar por
esos involucionarios. Si algún país tenía buena presencia social y
económica en América Latina, era Cuba. Solo obsérvese que toda la
infraestructura, hospitales, edificios, túneles, vías, etc., que tiene
el país hoy fueron hechos antes de 1959. Antes de ese año el país sí
tuvo una verdadera revolución económica. La revolución de Castro fue
contra la nación cubana. Hoy el pueblo se conformaría sólo con poder
regresar a la situación económica que tenía el país el 1ro de enero de
1959. La inconformidad y la irresponsabilidad social de los cubanos
trajeron los lodos de estos largos años.

El pueblo cubano ha tenido en este medio siglo rachas de mala suerte.
Hemos pagado bien caro nuestras ligerezas. Aparte de retroceder como
país y de erosionarnos, dividirnos y regarnos por el mundo, también
hemos sufrido indolencia y falta de sensibilidad política del mundo
exterior. Es inconcebible que la mayoría de los países y las
instituciones mundiales hayan pensado que la Cuba de Fidel Castro es una
isla de libertad y un ejemplo. Sin embargo, así ha sido el drama cubano.
Un régimen científicamente totalitario y matador de todas las libertades
con inexplicable simpatía extranjera.

Y si hablamos de nuestros vecinos latinoamericanos el cuadro es todavía
más deprimente. El pueblo cubano, en las últimas cuatro generaciones,
necesitaba que sus vecinos fueran un ejemplo, un faro de motivación
social y ciudadana, pero desafortunadamente descubrimos que no, que
muchos simpatizan con Fidel Castro porque nunca habían alcanzado la
atención sanitaria y educacional que tenía Cuba antes de 1959, ni
nuestro desarrollo económico. Aun con estos 50 años de destrucción La
Habana impresiona y el pueblo cubano de ayer y de hoy --culturalmente,
científicamente y económicamente-- es la diferencia. Solo nos falta
aprobar la asignatura de libertad, respeto a las leyes y seriedad cívica.

El mal ejemplo político, económico y social de América Latina también ha
sido un importante factor a favor del régimen de Castro para confundir
más al pueblo cubano sobre la opción de libertad. Cuando uno piensa que
todos observan de manera negativa que un hombre tenga las riendas del
poder 50 años consecutivos, se sorprende que lejos de criticarlo, muchos
gobernantes de América Latina desean imitarlo y perpetuarse en el poder,
cambiando las leyes y las constituciones de sus países. Roguemos por que
el último aporte del presidente de Colombia a la democracia no sea el de
reelegirse por tercera vez y convertirse en una bandera.

OscarpenaCUBA@att.net

OSCAR PEÑA: Cuba y sus vecinos - Columnas de Opinión sobre Cuba -
ElNuevoHerald.com (6 November 2009)
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/columnas-de-opinion/story/581672.html

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