lunes, 17 de agosto de 2009

LA SEGURIDAD DEL ESTADO Y EL ESTADO DE INSEGURIDAD: CONVERSANDO CON UN EX SEGUROSO (7ma Parte)

LA SEGURIDAD DEL ESTADO Y EL ESTADO DE INSEGURIDAD: CONVERSANDO CON UN
EX SEGUROSO (7ma Parte)
2009-08-17.
Alexis Gainza Solenzal, Director de Misceláneas de Cuba, Revista de
Asignaturas Cubanas

Arbat, Moscú. En tiempos soviéticos en este boulevard se reunía la
intelligentsia contestataria y tenía sus tertulias semiclandestinas,
además de intercambiarse impresos samizdat (libros censurados de
reproducción casera). Foto: Alexis Gainza Solenzal.

(www.miscelaneasdecuba.net).- A propósito de persecución, le indagué a
mi colocutor si alguna vez se había preguntado cuánto costaba al país
mantener una red de personas dedicándose a vigilar a coterráneos que no
quieren otra cosa que vivir en una sociedad más plural y tolerante.

Me respondió con sinceridad que no, que nunca se había puesto a pensar
en eso, y llegó a afirmarme incluso que en realidad no eran muchos los
que se dedicaban a esas tareas y otros lo hacían gratuitamente.

"Ahí están las Brigadas de Respuesta Rápida", me puso como ejemplo; a lo
que le respondí que más bien me refería a los asalariados, y que quienes
persiguen hasta lo más profundo de la campiña cubana a los opositores no
pueden hacerlo gratuitamente; de algo tienen que vivir y medios
necesitan para trasladarse y mantenerse en vilo. Movió los hombros en
signo de desconocimiento o desinterés, pero la pregunta para la eventual
cavilación futura ya estaba articulada.

Y ya que hablamos de oposición, vale decir que ésta representa otro hilo
magistral en el tejido discursivo del ex agente. Tengo que pensar y
organizar las ideas, o más bien, la idea de lo que pude captar sobre
como mi interlocutor interpreta a la disidencia doméstica. Por partes y
en su contexto.

Como represor interno: Cuando se refiere a esa época, se le escapa una
guisa de arrogancia, yo diría hasta de petulancia. Me menciona, como ya
detallé anteriormente, los nombres de disidentes de abolengo patriótico,
y cuando le pregunto si también a ellos los interrogó, me dice que no;
pero que tenía conocimiento de que esos, y otros "peces menores" que sí
se enredaron en sus redes, "metían curvas" –fue su expresión textual-
cuando eran interrogados; esto es, no decían por lo claro porqué hacían
lo que hacían.

Si esto fuera verdad, que tampoco tiene que ser necesariamente mentira
en todos los casos, lo que estaba pues buscando el agente es un opositor
duro: "macho, puro machote" o "hembra, pura hembrota". Pero, ¿y qué tal
la correlación de fuerzas? Aunque no buscaba herirlo, si quería
angustiarlo con la duda. A la carga.

Imáginate, le explico, cuando el interrogador está delante del disidente
tiene al mismo tiempo a sus espaldas estas y otras posibilidades: lo
puede mandar a la cárcel infinidad de años, le puede privar de su
sustento económico y el de sus seres queridos, le puede obstaculizar el
acceso a sus hijos a estudios superiores, le puede propinar una rotunda
paliza, y un largo etcétera de calamidades.

¿Qué tiene el opositor a su favor? Por supuesto, algo más grande que
todo eso; sus principios, valores e ideales, pero que no dejan de ser en
el momento concreto conceptos abstractos ante "practicalidades" de la
existencia humana. Entonces, repito, ¿qué tal con la correlación de
fuerzas? ¿O es que no son ellos de carne y hueso?... El mensaje, téngase
por seguro, llegó.

Como espectador externo: Aquí viene la actitud acomodaticia que explica
en gran parte y justifica en otra la labor de zapa del ex agente. Puedo
equivocarme, pero me parece vislumbrar en las críticas que dirige a la
disidencia interna una manera sutil de acreditar su pasado.

Si a quienes tú reprimías en Cuba (bajo el manto de cualquier otro
vocablo, pero represión al fin), son débiles de carácter, son corruptos,
son vividores, son breteros, desunidos, etcétera; entonces, ¿has tú en
realidad hecho algún daño antropológico a nuestra nación? Claro que no.

Ellos eran y son, en fin, poca cosa, y yo –ni ninguno de los que a mi
par y dispar participa(ro)n en el aparato de control se nos debe y puede
culpar de nada. En fin, al apocar al opositor, con ello se aminora el
posible menoscabo a la Patria. Otra cosa sería, claro, si los opositores
y disidentes criollos fueran, como la mayoría seguramente lo es, de
otros talle y talla.

(Continuará...)

LA SEGURIDAD DEL ESTADO Y EL ESTADO DE INSEGURIDAD: CONVERSANDO CON UN
EX SEGUROSO (7ma Parte) - Misceláneas de Cuba (17 August 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=22296

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