viernes, 9 de diciembre de 2016

Europa inventa un santuario

Europa inventa un santuario
RAÚL RIVERO

De todos los panegíricos, hagiografías, opiniones, críticas, comentarios
y vaticinios que he leído en los últimos días sobre la muerte de Fidel
Castro y el porvenir que le espera a Cuba detrás de la roca donde lo
enterraron, me quedo con una observación que hizo enseguida Berta Soler
en La Habana: "Aquí no cambia nada. La buena noticia es que tenemos un
dictador menos porque Raúl es un dictador igual que Fidel".

A la portavoz de las Damas de Blanco la asisten, a la hora de hablar del
tema, quince años de experiencia de batallas en la calle y el sueño de
los cambios reales y la libertad de su país, compartido con todos los
grupos de la oposición pacífica, el periodismo independiente y los
artistas libres.

La señora Soler y las mujeres cubanas que representa tienen ese solo
compromiso y, en ese camino, han recibido siempre la violencia de la
represión, golpizas arrestos, insultos, mítines de repudio,
allanamientos de sus viviendas y persecución a la familia.

Su opinión es cortante y dura y se distancia ostensiblemente de la
catarata de altares y sitios en la historia que se apresuraron a
preparar para Castro la mayoría de las figuras que en Europa, y otras
partes del mundo, se presentan como los paladines de la democracia, los
derechos humanos y el progreso.

A las firmas obligadas de la izquierda de champán y caviar, se han unido
en coro entusiasmado funcionarios de la Unión Europea que, al finalizar
los nueve días de luto oficial, anunció que levantará la Posición Común
y dará su visto bueno para comerciar con La Habana. Esa política,
impuesta hace 20 años, exigía a Cuba respeto a los derechos humanos y
avances democráticos para negociar.

En la antología de artículos y declaraciones realizada en Europa sobre
Fidel Castro, la más chapucera y cederista ha sido la de la ministra
francesa de Ecología, la socialista Ségolène Royal, enviada oficial a
los funerales. Dijo que el dictador fue un monumento de la historia y
que gracias a él "los cubanos recuperaron su territorio, su vida y su
destino".

La ministra francesa debe de hablar del destino de los funcionarios que
la acompañaron a darle el pésame al gobierno porque los cubanos que
están en la calle empobrecidos, vigilados, reprimidos o con una balsa
escondida en un patio pueden tener una cierta confusión sobre su
territorio y su porvenir.

Aquí no cambia nada, dijo Berta Soler, porque la vida le confirma todos
los días que la dictadura no quiere cambiar.

Poeta y periodista cubano.

Source: Europa inventa un santuario | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article119577968.html

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