martes, 9 de octubre de 2012

Rehenes de la política

Rehenes de la política
Martes, Octubre 9, 2012 | Por León Padrón Azcuy

LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org – Leydis Pérez Laborí, una
profesional de la salud púbica en Cuba, graduada en 1986, que se
desempeñó por más de veinte años como técnica en atención médica
estomatológica, en la Clínica Severino Rosell, de la Provincia de
Artemisa, fue expulsada hace algún tiempo de su empleo, por el "delito"
de solicitar su liberación laboral, en 2005, con vistas a reunirse con
su familia en EE.UU.

Ella había iniciado los trámites establecidos, a finales de ese año,
ante la unidad presupuestada municipal de salud, en Artemisa. Tras
mantenerse trabajando un largo periodo, mientras llegaba su liberación,
decidió pedir la baja definitiva. Increíblemente, la respuesta fue su
expulsión del centro médico. Sanción válida por cuatro años, que consta
en una resolución firmada por la Dirección Municipal del Ministerio de
Salud Pública de Artemisa, al amparo del decreto ley no 176/97.

Esta ley establece, en su artículo 12, que las entidades profesionales
de la salud elaboran sus reglamentos disciplinarios, los cuales
contemplan las infracciones típicas, las que se consideran graves, y la
facultad para imponer medidas disciplinarias correspondientes.

Leydis, quien desde hace años intenta reunirse con su familia en el
exterior, declaró a Cubanet que: "La solicitud de liberación, al
Ministerio de Salud Pública, es un camino tortuoso y desesperante. El
proceso comienza en el Municipio, desde donde lo envían con toda su
calma a la Provincia. Tras los cinco años de castigo obligatorio, hay
que enviar otra nueva solicitud de confirmación, y en mi caso, esperé
un año más para recibir respuesta, aun cuando ya me habían separado de
la clínica".

Actualmente, esta profesional de la salud se encuentra sin trabajo, y
acosada, ya que su padre fue preso político. Desde finales de 2011fue
"liberada" laboralmente. Ahora, mientras espera por una entrevista en el
departamento de refugiados de la Oficina de Intereses de Estados Unidos
en Cuba, al que pidió asilo desde hace algún tiempo, debe establecer
cada año una prórroga de la petición de liberación al Ministerio de
Salud Pública.

Esta situación la mantiene en una constante zozobra, ya que aun cuando
tuviera la visa para emigrar a Estados Unidos, no podría salir de Cuba,
por cuanto la respuesta de la prórroga anual no está confirmada en estos
momentos, y a veces demora años.

Este no es un caso aislado. Además del permiso de salida que debemos
obtener todos los cubanos para poder salir de esta Isla-prisión, los
profesionales de la salud sufren limitantes adicionales impuestas
especialmente a este sector. El gobierno impone estas limitaciones
especiales al sector como barreras para impedir que estos profesionales
emigren y poder seguir explotándolos como mano de obra barata que
alquila a otros países. El alquiler de profesionales de la salud cubanos
a otros gobiernos ha devenido una importante fuente de ingresos para las
maltrechas arcas estatales, ya que el gobierno les paga a los
profesionales una fracción insignificante de lo que cobra por sus
servicios. Un negocio redondo para la dictadura, que además los utiliza
como medio de propaganda sobre las bondades del sistema de salud
socialista y de la supuestamente "gratuita" educación cubana.

De ahí que -a pesar de que sus familias quedan como verdaderos rehenes
en la Isla, para garantizar el regreso- muchos de los especialistas
aprovechen las llamadas "misiones" en el exterior para escapar a otros
países, donde reciben salarios proporcionales con su profesionalidad.

Leonpadron10@gmail.com

http://www.cubanet.org/articulos/rehenes-de-la-politica/

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