miércoles, 8 de agosto de 2012

Pólvora y plomo

Pólvora y plomo
Miércoles, Agosto 8, 2012 | Por Jorge Olivera Castillo

LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -El riesgo de morir baleado en
La Habana ya es una preocupación real para muchas personas. Los peligros
aumentan en las barriadas pobres, donde la marginalidad se conjuga con
otros factores desencadenantes, tales como el excesivo consumo de
alcohol, la distorsión de las creencias de origen Abakuá por parte de
las nuevas generaciones, en el hecho de rendirle culto a la violencia en
sus facetas más brutales; y el crecimiento del tráfico de estupefacientes.

Muchas de las controversias que terminan en refriegas mortales, están
asociadas al control del negocio de las drogas. Usurpaciones de áreas,
dinero no pagado en tiempo y forma entre las bandas, son solo un par de
motivos para que las tensiones escalen y ensombrezcan la relativa
tranquilidad ciudadana.

Las puñaladas y los tiroteos no cesan en los municipios Habana Vieja,
Centro Habana, Guanabacoa, Cerro y San Miguel del Padrón, por solo citar
algunas localidades capitalinas con una alta incidencia delictiva.

El sábado 28 de julio a las 6 de la tarde, los pistoletazos rompieron la
calma en la intersección de las calles de Damas y San Isidro y sus
alrededores.

Vecinos del lugar, perteneciente al barrio de Belén, en La Habana Vieja,
aseguran que fue algo terrible.

"Yo no me explico, cómo fue que no hubo más muertos. Los tiros silbaban
como en las películas policíacas", contaba una mujer que pudo cobijarse
a tiempo dentro de su habitación con puerta a la calle.

"Mi hija y yo nos metimos debajo de la cama. Ella todavía está nerviosa.
No es para menos", añadió.

Otros vecinos de esa cuadra, describieron con similares versiones el
hecho que tuvo como protagonistas a varios hombres.

"Uno murió de un balazo en el pecho y otro quedó muy grave", afirmó un
joven que pudo ver la escena desde la persiana del apartamento donde reside.

"Tenía miedo, pero la curiosidad por ver aquello, era mayor. Un familiar
de uno de los implicados me informó sobre el único fallecimiento y el
estado crítico del otro".

Una fuente cercana a la policía que pidió el anonimato, se hizo eco de
la preocupación que existe dentro de la institución a causa del aumento
de estos incidentes y el creciente número de armas de fuego en poder de
los delincuentes.

Al observar en su conjunto la realidad socioeconómica del país, se
comprende que es lógico que proliferen este tipo de eventos, que
muestran un declive que genera problemas cada vez más complejos.

No es disparatado pensar que podemos llegar a un verdadero estado de
caos. El potencial para que se materialicen revueltas incontrolables
crece en la medida en que se agota un discurso político incapaz de
generar esperanzas en una población descreída y apática.

La marginalidad actual tiene sus causas en el fomento de ideas a las que
les pusieron el membrete de socialistas, pero que en esencia eran puro
barniz.

La podredumbre emerge por todos lados en medio de las dudas y el
pesimismo sobre la factibilidad de que los comunistas puedan revertir
sus fracasos y sacar al país del profundo atolladero en que se encuentra.

Andar La Habana, no es solo el título de un programa televisivo
conducido por el historiador Eusebio Leal, donde muestras la historia
colonial de la ciudad desde una perspectiva que ignora la grave
situación en materia arquitectónica, servicios sociales básicos, y toda
la vasta suma de desastres que son hoy la ciudad y el país.

El título del programa es hoy una irónica invitación a pasear por
edificios ruinosos, charcos de agua inmunda y enormes baches, sin
olvidar los pistoletazos y las cuchilladas que se han convertido en
medios cada vez más habituales para dirimir cualquier desavenencia.

Esa Habana que no aparece en los discursos de Leal, ni en los libretos
de los guías turísticos, es el vivo retrato de la Cuba real. Un país en
retroceso, en grave crisis, aunque la propaganda se esmere en
presentarlo como un país modelo.

Se comenta –porque de esas cosas la prensa no habla- que todos los
pistoleros que participaron en la refriega de La Habana Vieja, ya están
bajo arresto. Pero no creo que eso no es suficiente para
tranquilizarnos. Otros deben tener sus armas listas para usarlas en el
momento preciso. El descontrol ya es general.

El creciente número de armas de fuego de pequeño calibre, indica que los
almacenes militares no están a salvo de la corrupción y el mercado
negro. ¿De dónde salen esas armas? Desafortunadamente, como dije,
nunca se publican estas noticias en la prensa oficial; que se concentra
en hablar del "enemigo imperialista", sus "mercenarios" y los invisibles
"logros" del socialismo.

Por lo anterior, proliferan los rumores como medio de información. Hay
que recurrir a la imaginación y las bolas para deducir la procedencia de
las armas, o tener la suerte de encontrarse con fuentes fidedignas
dispuestas a ofrecer informaciones -anónimas, por supuesto- sobre el
peligroso tráfico de armas que ya se hace evidente con los tiroteos
callejeros.

oliverajorge75@yahoo.com

http://www.cubanet.org/articulos/polvora-y-plomo/

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