martes, 7 de agosto de 2012

Monólogo exterior

Monólogo exterior
Martes, 07 de Agosto de 2012 00:18
Escrito por Rogelio Fabio Hurtado

antolinCuba actualidad, Marianao, La Habana, (PD) Estábamos
acostumbrados a que el Primero fuese el solista en las habituales
sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Desde su butacón, a
la izquierda del nombrado Presidente de la misma, quien hace las veces
de maestro de ceremonias, disertaba incansablemente a propósito de
cualquier tema.

Si bien se reservaba siempre la última palabra, lo cierto es que
intercambiaba con otros diputados, e incluso entraba en diálogos con
algunos, siempre desnivelados por el acceso respectivo a la información.
No obstante, las sesiones casi siempre superaban el aburrimiento.

Al iniciarse su ausencia, era evidente que faltaba el primer actor.
Entre el selecto auditorio, se apreciaba un temor masivo a dar la nota,
pues el Dos más bien parecía disfrutar de la incertidumbre reinante. En
aquellas primeras sesiones, llegó a parecer que el hombre,
efectivamente, traía algo nuevo en la bola, por parcos y desangelados
que sonasen sus parlamentos.

Él mismo fue ocupándose de deshacer aquella ilusión política tan
peligrosa. Para reforzar su conservadurismo, escogió al incondicional y
antipático Machado Ventura por encima del relativamente joven Carlos
Lage, junto a quien cayeron Felipe Pérez Roque y Fernando Remírez de
Estenoz, en una clásica purga de delfines.

Sin embargo, ya desde los mutilados eventos partidistas, el Congresillo
y la Conferencia, el General ha innovado, se ha sacado de la manga a un
portavoz, que si vistiese de etiqueta, sería el perfecto muñeco del
Ventrílocuo. Capaz de hablar -¿o lee de una pantalla que las obedientes
cámaras del ICRT nos ocultan?- sin detenerse, con un tono enérgico que
no admite réplicas, ni deja tiempo para ellas. Despliega un monólogo de
largo metraje, sobre el silencio cerrado del resto de los diputados,
quienes no osan interrumpirlo, porque lo más probable es que no
entiendan casi nada, excepto que, cuando parezca concluir, deben
aplaudir unánimemente, como si hubiesen entendido algo de la longaniza
de cifras y referencias numéricas al catálogo de Lineamientos anteriores.

Al rato de oírlo reiterar su muletilla favorita, Seguimos, me percaté de
las coincidencias estilísticas entre él y el pesadísimo personaje
Antolín el Pichón, el Guajiro de Manacas, pésimo actor oriundo de
Sancti-Spíritus: ambos hablan fuerte y presumen de no ser intelectuales
(intelectualoides, dirían ellos); ambos huyen del diálogo. El que me
haga sombra, se va muletilla favorita del actor, no sonaría fuera de
lugar en ningún discurso de la familia gobernante. A favor del
comediante, reconozco que a él podemos sacarlo del aire con sólo cambiar
de canal.

Cuando comenzó a ascender la figura del personaje, lo califiqué de Super
Ministro y llegué hasta a compadecerme de las grandes tareas que se le
venían encima. Hoy creo que me lo tomé demasiado en serio, porque aún me
quedaban algunas ilusiones respecto a las intenciones del Dos.

Hoy me parece clarísimo que el montón de Lineamientos es una entelequia
retórica, ideada para perpetuar el inmovilismo real. Si no entendemos
lo que martillea el Ministro, él tampoco tiene interés alguno en
explicarnos: basta con que aplaudamos y punto.

Francamente, con el Uno las sesiones siempre fueron más entretenidas.
Ahora, no merecen ni la relectura en el periódico del día siguiente. El
truco es tan tosco que no cabe hablar de magia.

Para Cuba actualidad: rhur46@yahoo.com

http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/4843-monologo-exterior.html

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