martes, 14 de agosto de 2012

Los “valientes” diez años después

Los "valientes" diez años después
Martes, Agosto 14, 2012 | Por Orlando Freire Santana

LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -El sector educacional, como
casi todas las esferas de la vida cubana a partir de 1959, ha sido
pródigo en improvisaciones, voluntarismos, desaciertos y actos de
corrupción. Recordemos los años 70, cuando en las secundarias básicas y
preuniversitarios en el campo se desató una ola de promocionismo tal,
que era difícil encontrar uno de esos planteles que no terminara el
curso con el ciento por ciento de aprobados. Claro que ni pensar en
estudiantes de gran rendimiento académico o profesores de excelencia. Se
trataba de un fraude general y autorizado, pues los directores de esos
centros temían quedar mal ante sus superiores si se aparecían con tan
solo un desaprobado.

Después sobrevino la muy mencionada municipalización de los estudios
universitarios. Una idea de Fidel Castro que pretendía demostrar que
todos los cubanos podían acceder a ese nivel de enseñanza, y estudiar
cerca de sus lugares de residencia, sin que fuera necesario para ello
acudir a las Universidades. El paso del tiempo se encargó de confirmar
lo errónea de semejante concepción, que ha transcurrido con una no muy
elevada exigencia docente, estudiantes no siempre preparados para
asimilar los conocimientos, y profesores con poca experiencia. No hay
dudas de que uno de los objetivos de la instauración de los exámenes de
ingreso a la educación superior fue tratar de limitar los nuevos arribos
a estas sedes municipales.

Y con la llegada del nuevo milenio, en el año 2002, ante la falta de
profesores en las secundarias básicas, nuevamente se le ocurrió una
"solución" al máximo líder: preparar un profesor general integral que
fuera capaz de impartir todas las asignaturas, desde la explicación del
Teorema de Pitágoras hasta la poesía romántica cubana del siglo XIX,
pasando por la tabla de todos los elementos químicos. Tan temeraria
resultaba la propuesta, que los jóvenes incorporados a ella recibieron
el calificativo de "los valientes". Lógicamente, estos aprendices de
todo y especialistas en nada, poco pudieron hacer para lograr una
adecuada formación de sus educandos. Con frecuencia eran incapaces hasta
de ventilar las dudas de los alumnos, después de que estos recibían
algunas de las clases impartidas centralmente a través de la televisión.
En años recientes, tras reconocerse el desastre, se establecieron
profesores por especialidades. O sea, unos enseñan las ciencias y otros
las letras.

Sin embargo, al cabo de diez años, a los directivos del Ministerio de
Educación se les ocurrió reunir a algunos de los valientes para que
contaran sus experiencias. Era evidente que los jóvenes profesores no
tenían vivencias venturosas que contar, ya que fueron muchos los
momentos difíciles que debieron atravesar. No solo con los propios
alumnos, que se percataban de la incapacidad de sus profesores. También,
y sobre todo, con los padres de los educandos, alarmados por el
deficiente aprendizaje de sus hijos. No obstante, uno de los jerarcas
del citado ministerio, tal vez con el ánimo de salvar la situación,
expresó la que, según él, fue la mayor contribución de los valientes:
garantizar la formación de revolucionarios durante ese tránsito difícil
que experimentan los jóvenes entre los 12 y los 14 años. No importa que
los alumnos no aprendieran bien la Matemática, la Física, la Química o
el Español. Si fueron captados como simpatizantes del castrismo, ya fue
suficiente.

Hay que decir que, en el sector educacional, las políticas de
rectificación de errores resultan a menudo menos eficaces que, por
ejemplo, en la economía. En ambos ámbitos se renuncia a estrategias que
no rendían frutos, con vistas a aplicar nuevas concepciones. Pero las
secuelas se tornan más visibles en el terreno educativo, ya que
generaciones de personas quedarán con lagunas difícilmente superables.

Por mi parte, poseo evidencias de lo antes expuesto. Una joven técnico
de nivel medio en Informática, que había sido alumna de profesores
valientes, me preguntó que si Vietnam era un país, o simplemente una
ciudad de China…

http://www.cubanet.org/articulos/los-%e2%80%9cvalientes%e2%80%9d-diez-anos-despues/

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