miércoles, 15 de agosto de 2012

La imposible actualización de un modelo inexistente

Economía, Cambios

La imposible actualización de un modelo inexistente

Excusas, cantinfleo y simplezas para justificar un inmovilismo ineludible

Eugenio Yáñez, Miami | 15/08/2012 10:08 am

La supuesta "actualización del modelo" económico cubano cada vez se
empantana más, no por incapacidad de los encargados de aplicarla —aunque
no faltan ineptos— sino porque el inmovilismo es una condición sine qua
non del sistema.

Que nadie se engañe con las expresiones que el propio régimen propaga
cuando lanza sus campañitas diversionistas y sus cortinas de humo para
justificar la rigidez: "la burocracia", "la vieja mentalidad", "el
enemigo", "el bloqueo", "algunos", "la crisis mundial", "la sequía", los
huracanes". El inmovilismo es su razón de ser.

A diferencia de Machado Ventura, para quien los problemas nunca existen,
en ocasiones el propio Raúl Castro "explica" por qué no se mueven las
cosas en el país; en otras ocasiones lo hace el llamado "zar" de la
economía cubana Marino Murillo (como le gusta la palabrita a los
periodistas occidentales); y en otras son respetables académicos, cuyas
indudables capacidades profesionales y su acrisolada didáctica —talento
sin autoridad— no bastan para mover el pesadísimo fardo de la rigidez y
la pasividad.

Ahora, en la versión más reciente del cantinfleo, un viceministro ¿de
asuntos sin importancia? pretende justificar el estancamiento con frases
imprecisas, plazos indefinidos y promesas que todo el mundo sabe que no
se cumplirán. Tras declaraciones vagas anunciando mayor flexibilidad en
el trabajo por cuenta propia, que se permitirán actividades hasta ahora
prohibidas, y se autorizarán cooperativas urbanas, vienen las realidades
que convierten la grandilocuencia en agua de borrajas.

Entre los grandes pasos novedosos que anuncia el Viceministro tenemos
que "pronto" se autorizará ejercer por cuenta propia nuevos oficios ya
casi medievales en el siglo XXI, como "chapista, herrero, pulidor de
pisos, vendedor de artículos de aluminio, oxicortador, fundidor y
marmolero". Y de inmediato vienen los galimatías: "hay que acabar con la
ilegalidad creando la forma legal de adquirir los productos, por
ejemplo, los gases que utilizan los chapistas".

Sí, pero no… no se creará tal forma legal: el Viceministro reitera que
no se dispondrá de mercados mayoristas para que los trabajadores no
estatales adquieran insumos necesarios para sus actividades, aunque esto
fomenta el robo y el mercado negro, que nacen de los trabajadores
estatales y son la "oferta" para la "demanda" de los no estatales.
"Estamos claros de que la solución es aumentar la oferta" (una verdad de
Perogrullo). "Hay insumos en las tiendas aunque no todos los que la
gente necesita pero se va incrementando la oferta, hasta que haya
condiciones para pasar a un mercado mayorista". ¿Cuándo? ¡Quién sabe! Y
además se pretende ignorar que esto genera inflación y aumento de
precios en la producción y servicios de los cuentapropistas,
usufructuarios y cooperativistas, y afecta aún más a la población. El
eterno círculo vicioso de la "actualización del modelo".

Se pretende alcanzar, dijo el Viceministro, "menos trabajadores en el
sector estatal por paso de algunos servicios al sector no estatal
(cooperativistas, usufructuarios o trabajadores por cuenta propia)".
Además de que no menciona producción en el sector no estatal, sino
solamente "algunos servicios", en el mundo real de la Isla casi un
millón de universitarios —muchos de los cuales están subutilizados en
sus centros laborales, trabajan en pésimas condiciones profesionales, y
se sienten frustrados con los salarios de miseria— no recibirán el
permiso necesario para trabajar sin depender de Papá-Estado y sus
arbitrarias normas y regulaciones, aunque fuera como forradores de
botones o desmochadores de palmas.

La otra estafa que se menciona, la creación de cooperativas no
agropecuarias, se anuncia con la consabida justificación para el paso de
jicotea: "primero hay que experimentar para avanzar haciendo las cosas
bien". Lo que no se hizo en la barbarie de "la ofensiva revolucionaria",
para la "zafra de los diez millones", o en el "proceso de rectificación
de errores y tendencias negativas", que destruyeron la economía y el
país, ahora pretenden que sea obligatorio e imprescindible. Es cierto
que nunca es tarde para aprender, pero hay poco que "experimentar" en
cuanto a cooperativas, porque en el resto del mundo existen desde hace
muchos años y dan muy buenos resultados.

Para lo que se debía experimentar no se hace: cómo dirigir
eficientemente una empresa estatal cubana. No es que en Cuba sea
difícil, sino que es imposible. No puede mostrarse un solo ejemplo en
más de cincuenta años de una empresa estatal cubana que haya funcionado
con efectividad y eficiencia, sistemáticamente, no en un momento
particular. Sobre todo, si no funciona en condiciones de monopolio,
mercado cautivo, extorsión y abusos (como las tiendas recaudadoras de
divisas). Sin embargo, no solamente no se experimenta antes, sino que se
proclama a todo trapo a la empresa estatal socialista como la solución
de los problemas, aunque más de medio siglo de fracasos,
incumplimientos, malversación y frustraciones demuestren lo contrario.

Finalmente, el Viceministro señala que el sector no estatal no crece
como antes, entre otras causas por falta de capital inicial, y los
bancos estatales dan pocos créditos para promover emprendimientos por
cuenta propia, porque aún no encuentran formas de garantizar recuperar
esos créditos. Pero el régimen sigue aplastando a los trabajadores no
estatales con impuestos, inspectores corruptos y regulaciones leoninas.
La última en el horizonte, la de las medidas higiénicas, se aplicará
rigurosamente a los cuentapropistas y cooperativas, mientras se
ignorarán las constantes violaciones en la actividad estatal. Ya lo veremos.

No hay que pedirle al Viceministro ni a los "cuadros" del régimen que
lean y entiendan a Premios Nobel de Economía como Friedman, Samuelson,
Lucas Jr, Prescott o Scholes.

Si en realidad existiera un "modelo" para actualizar, que no existe,
bastaría que leyeran y entendieran El Capital, de Karl Marx. Aunque eso
ya es mucho pedir.

http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/la-imposible-actualizacion-de-un-modelo-inexistente-279258

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