miércoles, 8 de agosto de 2012

Dos opiniones y una aproximación

Dos opiniones y una aproximación
[08-08-2012]
Lucas Garve
Fundación por la Libertad de Expresión

(www.miscelaneasdecuba.net).- La música producida en Cuba en los años 40
alcanzó el cenit de la creatividad y muchos serán los factores que harán
falta para llegar a superar la calidad en las composiciones, unida a la
aceptación por el gran público.

Aproximarnos entonces a una obra cinematográfica como Chico y Rita, la
película musical de animación de los españoles Fernando Trueba, Javier
Mariscal y Toño Errando resulta interesante. La cinta pasó por La Habana
con gloria, pero sin mucho público, aunque sea una cinta multipremiada y
hasta nominada a los Oscar. Supe que la exhibieron en una emisión de
televisión y estuvo en la cartelera de los cines de estreno Infanta,
Yara y Payret no hace mucho.

Este filme constituye un rotundo homenaje del director de Calle 54 a la
música cubana de los años 40 y en particular al magisterio de Bebo
Valdés, sin embargo por la posición del veterano músico y compositor
cubano, exiliado desde los años 60, la participación de este en la banda
sonora del filme no fue suficientemente destacada y valorada.

Habrá que agradecer siempre al director español Fernando Trueba y a su
equipo de producción la realización de una película de este género con
tema de romance basado en la música cubana.

Por otra parte la recreación de época de las ciudades de La Habana y
Nueva York realza el valor de la cinta porque también apunta a las
relaciones interculturales que se tejieron en esos años entre artistas
cubanos y estadounidenses y reafirma el aporte histórico a la cultura
musical de los Estados Unidos por numerosos músicos de la isla y de las
influencias que estos trajeron a la isla en un proceso de retro
alimentación artística muy interesante y definitivo para la historia
musical cubana.

A pesar de estos valores indiscutibles, según mi opinión, la crítica
Beatriz Maldivia valora en su crítica el dibujo vistoso, la fluidez del
movimiento de las figuras y las imágenes de las dos ciudades, no
obstante, considera que estos recursos visuales no son suficientes para
el logro de la película y concluye que la película es tediosa, así se
privilegie el atractivo de la música aportada por el genio de Bebo Valdés.

Asimismo, a contrapelo de la opinión de esta crítica, es notable la
docena de galardones internacionales que esta película de animación y
producción independiente ha recogido en su recorrido por festivales
internacionales de cine.

Chico y Rita tuvo gracias a su nominación a los Oscar como mejor
película de animación una segunda vida en las carteleras y en febrero de
este año se estrenó en los EEUU donde un público hispano pudo
disfrutarla oportunamente.

Lamentablemente, la política del régimen de La Habana en cuanto a las
personalidades musicales cubanas que abandonaron el país en cuanto la
implantación comunismo se hizo evidente continúa siendo la misma, si
bien se trate de un gigante musical como Bebo Valdés.
Quizás en un futuro cuando en Cuba se destaque el inmenso aporte musical
de figuras como Bebo Valdés y Celia Cruz, para poner sólo dos ejemplos,
la cinta de animados Chico y Rita sea aclamada en la isla y se conceda a
la película su valor de rescate histórico de la época más feliz de la
música del patio.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=36714

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