domingo, 15 de julio de 2012

Una gotera y un hacker empañan las vacaciones de Yoani Sánchez

Una gotera y un hacker empañan las vacaciones de Yoani Sánchez

El blog Generación Y regresa al espacio cibernético después de estar
varios días fuera de servicio. Su autora Yoani Sánchez explica por qué
tuvo que suspender sus planificadas vacaciones cuando apenas comenzaban.
julio 14, 2012

Todo estaba planificado desde hacía semanas. Escaparíamos lejos de la
ciudad, desarmaríamos nuestros teléfonos móviles para que la Seguridad
del Estado no nos localizara y tendríamos nuestro primer descanso en
cinco años. Ya a punto de salir hacia nuestras vacaciones de dos días,
una tubería dentro de la pared se rompió y comenzó a caerle agua a la
vecina de los bajos. "Mala señal", le dije a Reinaldo. Reparamos el
inoportuno salidero y estuvimos listos para pasarnos 48 horas lejos de
cualquier teclado, pantalla o mouse. Salimos corriendo, no fuera a ser
que ocurriera otro imprevisto… Pero las malas noticias tienen una forma
de llegar a uno que pareciera telepática, en paralelo incluso a los
caminos tecnológicos. Cuando llevábamos apenas una jornada de
"descompresión" del stress cotidiano, supimos que todo el portal
Desdecuba.com estaba fuera de servicio. En ese caso no servían de nada
nuestras habilidades como fontaneros, pues reparar un servidor dista
mucho de remediar una gotera.

Regresamos a la ciudad con la culpa de que nuestra ausencia había sido
aprovechada por algún inquieto hacker para hacernos algo así. Lo más
angustioso en estos casos es la sensación de que con una conexión a
Internet medianamente eficiente yo misma podría arreglar la situación en
poco tiempo. La realidad contrasta con todas esas teorías de la
conspiración que le adjudican a esta bitácora tantos vínculos
"poderosos" y "sofisticados". A la hora que se presenta un problema
técnico simple, queda en evidencia la rusticidad y el desvalimiento de
este empeño personal. Lo que nunca tienen en cuenta estos "analistas del
complot" es la solidaridad ciudadana que se pone a prueba en casos así.
Ese es –sin dudas- mi capital más preciado y la más efectiva ayuda que
recibo.

María la traductora de inglés llamó a una amiga informática y yo envié
vía email los pasos de lo que creía podría ser la solución. ¡Vaya
complicación! Como si no fuera más fácil –desde el principio- tener
alojado mi blog en un servidor nacional y contar con una conexión a
Internet doméstica que me permitiera repararlo. Pero no. La vida de los
cubanos siempre tiene que ser más complicada. Un portal con opiniones
diferentes a las de los medios oficiales jamás podría contar con una URL
".cu" y mis añoradas vacaciones deberán esperar por un mejor momento.

Lo cierto es que GY ha vuelto a la vida gracias al trabajo de muchos
pequeños ciudadanos como yo. No fue tan fácil como la tubería rota, pero
puso a prueba el ingenio y la amistad de muchos. ¡Gracias!

http://www.martinoticias.com/content/article/12823.html

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