lunes, 9 de julio de 2012

La vara de la conveniencia

La vara de la conveniencia
Lunes, 09 de Julio de 2012 00:48
Escrito por José Antonio Fornaris

Cuba actualidad, Managua, La Habana, (PD) El 17 de junio de 1972, hace
ya 40 años, el escándalo Watergate tuvo su primer episodio. Según
conocedores de esa historia, en esos momentos el Presidente Richard
Nixon tenía máxima popularidad, pero un Gran Jurado Federal lo encontró
culpable de obstruir la acción de la justicia.

A partir de ese momento, al menos en Cuba, de manera casi constante se
afirmaba que el presidente estadounidense sería sometido a juicio
político. Como es archiconocido, Nixon anunció su renuncia en agosto de
1974.

De acuerdo como todo ese asunto se trató en Cuba, tanto por los medios
como por las autoridades gubernamentales, no es exagerado asegurar que
si Nixon hubiera sido destituido a través de un juicio político, en la
isla se hubiera decretado fiesta nacional.

Pero ahora, tras la votación casi unánime del Senado paraguayo que
utilizó el mecanismo constitucional de juicio político para destituir al
presidente Fernando Lugo, todos los medios de propaganda del régimen se
volcaron a catalogar la medida de "golpe de Estado". Mientras, casi de
inmediato, se anunciaba el retiro del embajador cubano en Asunción,
suspendiendo de esa forma las relaciones diplomáticas hasta nuevo aviso.
A la vez, una nota oficial aseguraba que "el gobierno cubano no
reconocerá autoridad alguna que no emane del sufragio legítimo y el
ejercicio de la soberanía del pueblo paraguayo".

Ese gobierno, salvo algunas excepciones, es el mismo que aplaudió la
invasión soviética a Checoslovaquia en 1968, y que tiene como principal
aliado en la región a Hugo Chávez, un individuo que materializó hace
veinte años una intentona golpista que costó la vida a 97 venezolanos.
El mismo Chávez que como medida punitiva, tras la destitución de Lugo,
declaró que Venezuela no enviaría una gota más de petróleo a Paraguay.

Pero además, el Poder Legislativo de Paraguay es una autoridad que emanó
del sufragio legítimo. Los senadores fueron elegidos a través de las
urnas. Y en ese contexto no hay dudas de que son un fruto de la
soberanía del pueblo paraguayo.

¿De qué sufragio legítimo emanó el gobierno de La Habana y su
Parlamento, el llamado Poder Popular?

En Cuba no hay elecciones libres y la Constitución, hecha por los
propios gobernantes, nada más admite un solo partido político, el
comunista. Entonces, ¿qué sufragio legítimo invoca el régimen cubano?

A través de decenios, los gobernantes de Cuba han utilizado una vara en
extremo sui géneris, pero muy representativa de sus intereses
personales, para medir cualquier tipo de acontecimiento. Quizás en eso
estriben los principios comunistas, obtenidos de la antigua Unión
Soviética, a los que no pueden renunciar, según han dicho en muchas
ocasiones.

Para Cuba actualidad: fornarisjo@yahoo.com

http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/4540-la-vara-de-la-conveniencia.html

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