sábado, 7 de julio de 2012

La educación en Cuba: medio siglo después

La educación en Cuba: medio siglo después
Jueves, 05 de Julio de 2012 18:23
Escrito por Lucas Garve

Cuba actualidad, Mantilla, La Habana, (PD) El 6 de junio de 1961 el
entonces flamante gobierno de Fidel Castro promulgó la Ley de la
Nacionalización de la Enseñanza, un hecho que marcó la deriva de la
enseñanza en Cuba hasta el presente.

Una ley basada en los derechos arrogados por el poder de las armas
triunfantes en 1959 y -vale la pena decirlo- acatada y aplaudida por
una población enceguecida con las promesas de una vida mejor que la
victoria rebelde parecía garantizar.

Un fraude evidente desde el título mismo de la Ley, porque la tal
"nacionalización" era la máscara para introducir en el sistema de
enseñanza en Cuba la ideologización y las políticas de adoctrinamiento
comunista.

Realmente, hasta junio de 1961 en la isla existían varios tipos o
sistemas de enseñanza: la enseñanza pública, garantizada por el Estado;
las escuelas privadas, muchas de ellas en propiedad y dirigidas por
eminentes profesores especialistas en la materia que enseñaban; y la
enseñanza religiosa, católica o de denominaciones protestantes.

Se contaba con una red de Escuelas Normales para la formación de
maestros primarios que ocuparían las plazas en las escuelas gracias a
sus méritos profesionales y no por prebendas políticas. Instituciones
que constituían el eje fundamental del sistema educativo cubano,
garantizado por profesores de un nivel de profesionalidad sólo
comparable a los de los mejores de los países desarrollados.

Las Escuelas Normales formaron decenas de miles de maestras y maestros
que recibieron una enseñanza profesional dispensada por excelentes
profesores en un ambiente caracterizado por el pluralismo de ideas y el
afán de inculcar en los futuros maestros el afán de superación y entrega
a la tarea de desarrollar valores cívicos y democráticos en sus alumnos.

A pesar de la modestia del sistema de enseñanza pública y de poco más de
cincuenta años de menosprecio y mentiras fabricadas por el régimen
comunista, es innegable la excelencia de la calidad demostrada por los
educadores cubanos de las escuelas públicas, privadas y religiosas, en
su conjunto, en Cuba.

Basta con examinar el nivel en que estaba la enseñanza en América
Latina en la mayoría de los países e incluso en muchos del Viejo
Continente en aquellos años del pasado siglo. Si se compara con la que
existía en Cuba, es asombrosa la capacidad y amplitud de conocimientos
que tenían los maestros cubanos.

Los resultados de la educación cubana de ese período arrojan una
cantidad notable de excelentes diplomados que llegaron a ser
profesionales especializados muy destacados en sus ramas a nivel
continental.

La escuela pública cubana y su sistema de enseñanza fueron diseñados a
partir de la experiencia de maestros del siglo XIX como José de la Luz y
Caballero, Antonio Medina y sin dejar de mencionar la figura ejemplar de
María Luisa Dolz y Arango.
Ya instituída la República, se destaca el nombre del sabio cubano Don
Carlos de la Torre y Huerta, distinguido científico cubano de fama y
reconocimiento internacional, la labor profesional y orientadora de
Enrique José Varona, de pedagogos como Dihigo y Aguayo, de eminentes
profesores que hicieron valer sistemas de enseñanza-aprendizaje propios
en casi todas las ramas de la enseñanza, como es el caso de Baldor para
la enseñanza de las Matemáticas.

Merecedoras de un estudio aparte por la trascendencia en la educación en
Cuba por su aporte fundamental y por integrarse en mayor número es el
rol de las mujeres, muchas de ellas, valga recordarlo, mestizas y negras.

Punto de partida obligado es la figura de María Luisa Dolz, quien en su
colegio en el lejano siglo XIX, incorporó a profesores como Enrique José
Varona, Rafael Montoro y artistas como Armando Menocal, la enseñanza
pedagógica cubana contó con nombres como los de Carolina Poncet, Dulce
María Borrero, Ofelia Domínguez Navarro, Josefa Vidaurreta, etc. por
mencionar algunas pedagogas de renombre para la formación de maestros en
las Escuelas Normales de Maestros.

Cuando se revisa lo anterior y se compara con los resultados lamentables
de la enseñanza en la isla bajo el régimen actual, solamente queda
lamentarse por los efectos nocivos aportados por la extrema
ideologización de la enseñanza cubana y la manipulación de la memoria
histórica de la pedagogía cubana, que llegó a escalar un alto nivel de
especialización.

Es vergonzante que el sistema general de educación cubano, que contó con
prestigio continental, presente hoy resultados como la baja preparación
pedagógica de los claustros, el fraude, la venta de exámenes y
matrículas, la falta de preparación de muchos maestros y profesores, la
descapitalización general de la profesión, a pesar de la propaganda
oficial que insiste en recrear un panorama inexistente.

Aún peor, la intensa ideologización de los contenidos de enseñanza
solamente ha proporcionado que los docentes y los egresados sean
obligados a cumplir con las orientaciones y las actividades políticas
como méritos promocionales.

El panorama de la educación en Cuba detrás de la fachada de la
propaganda oficial es realmente desolador y preocupante en cuanto al
futuro por la falta de creación de valores cívicos y de convivencia
social en la preparación de ciudadanos aptos para

http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/4518-la-educacion-en-cuba-medio-siglo-despues.html

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