viernes, 16 de marzo de 2012

Jerigonza Monetaria

Jerigonza Monetaria
Viernes, Marzo 16, 2012 | Por Augusto Cesar San Martin

LA HABANA, Cuba, marzo, www.cubanet.org -Los cubanos hemos diseñado una
forma de comunicación incomprensible para el resto del mundo. Desde que,
en noviembre de 2004, el gobierno prohibiera la circulación del dólar,
la dualidad monetaria nos obligó a convivir con dos economías. La del
peso convertible (divisa), que se vende a 24 pesos, y el peso, unidad
monetaria del país.

Esta situación estableció una forma invertida de comprensión del precio,
representado en el dialogo por el peso. La certeza del tipo de moneda de
que se trata, es identificada por el producto o el servicio que se
comercializa con ella.

La carne de res, la langosta o el camarón, en el mercado negro, se
venden a 2 pesos la libra. En el mismo mercado, el litro de aceite y la
leche en polvo se proponen en 25 pesos. Dos kilogramos de queso tipo
Gouda, en 20 pesos. A ningún cubano se le ocurriría preguntar si el
precio del aceite, o la leche, es en pesos convertibles; o si, por el
contrario, el queso se paga con pesos de la llamada moneda nacional.

Un viaje en taxi desde La Habana hasta Matanzas se pregona en 5 pesos.
Con idéntico pregonar, se escucha al manisero vendiendo por 1 peso el
cucurucho de maní, y en 5 pesos el turrón. El taxista habla del peso en
divisa, el manisero no. Si nos acercamos al taxista y le ofrecemos 100
pesos hasta Matanzas, se negaría. La propuesta rebaja 1 peso
(convertible) al precio inicial.

Lo que es sencillo para el cubano se complica para el extranjero, que
compra el periódico en 2 dólares, mientras escucha al vendedor (ilegal)
de la calle proponerlo en 2 pesos.

Existe una forma de equivocarnos en este tipo de dialogo. Cuando el
precio es inconciliable con el guardado en la parte más usada del
cerebro de los cubanos, la memoria económica. La pregunta esclarecedora
se piensa dos veces para evitar el ridículo: ¨ ¿Eso es en pesos
cubanos?¨ Responde la burla. ¨Todos son cubanos¨. La respuesta
identifica el tipo de moneda. Si se valora caro, es en peso convertible
(dólar); y si barato, es en peso de moneda nacional.

En similar sentido, 1 peso convertible en dólar es equivalente a 4
monedas de 25 centavos. Pero una moneda de 25 centavos dólar equivale a
5 pesos moneda nacional. Aunque no se tiene en cuenta, el verdadero
valor de estas monedas es de 6 pesos, según el canje oficial. De esta
forma, se restan cuatro pesos al dólar fraccionado en monedas, que van
consentidos como pérdida. Quizás por esto al centavo dólar se le llama
peso. Este descuento es otro de los factores del ajuste de precios en la
calle, establecido por las normas populares.

El lenguaje que utilizamos en este sentido ha rescatado al peso de su
total descrédito. Al menos desde el punto de vista del habla común.
Porque en la concreta de la economía, el peso se mantiene desvalorizado.
Pero el uso frecuente del sustantivo lo salva del desprecio que provoca
su insolvencia

Cuando el gobierno estableció la política de canje con el dólar,
implantó la denominación peso convertible o c.u.c. El nombre del real
"peso" fue sustituido por ¨moneda nacional¨. Pero esta política
gubernamental de cambio de denominaciones monetarias duró poco. En
nuestro argot por lo menos. La práctica popular redimió a la tradicional
unidad monetaria de Cuba, creando un lenguaje que intenta cubrir la
necesidad de una sola moneda. Lástima que nuestro esfuerzo tenga que
limitarse únicamente al léxico.

acesar2004@gmail.com

http://www.cubanet.org/articulos/jerigonza-monetaria/

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