jueves, 15 de marzo de 2012

En Cuba, el Partido no necesita ir a elecciones

En Cuba, el Partido no necesita ir a elecciones
marzo 15, 2012
Yusimí Rodríguez

HAVANA TIMES, 15 mar — Qué bueno que existan personas que nos recuerden
que en Cuba el sistema político esta organizado de manera tal que no se
necesitan ni los partidos, ni la propaganda, ni dinero para ganar una
elección.

Algunos podrían decir que en Cuba, solo un partido político tiene la
posibilidad de concurrir a elecciones y por tanto no necesita ni
propaganda ni dinero. Incurrirían en un grave error. El Partido
Comunista de Cuba, o sea, el Partido, para no ser redundantes y ahorrar
palabras, no es un partido político tradicional creado con fines
electorales. Ni lo necesita.

Cuando un partido político es la fuerza dirigente superior de la
sociedad y el Estado, como establece el artículo quinto de nuestra
Constitución, no necesita ir a elecciones. Cuando ese partido político
es quien organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia los altos fines
de la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad
comunista, no necesita ir a elecciones.

Es verdad que muchos cubanos confían aún en el Partido; que los que
dejaron de confiar hace tiempo confían menos aún en lo desconocido,
¿pero para qué arriesgarse? ¿Para qué permitir que los cubanos que no se
sientan representados por el Partido, tengan el derecho de organizarse
en torno a otro partido? ¿Para qué permitir a los ciudadanos que se
oponen al gobierno hacer uso de los medios de comunicación para
dirigirse al pueblo?

Pero existe un hecho innegable: el Partido no propone candidatos a las
asambleas municipales, provinciales ni la nacional del Poder Popular,
que constituye el poder legislativo y órgano supremo del poder del
Estado (el mismo Estado cuya fuerza superior y dirigente es el Partido).

Cualquier ciudadano puede proponer y ser propuesto a asamblea del poder
popular en cualquiera de sus instancias, lo que constituye la mayor
muestra de democracia en todo el mundo (según algunos); o al menos, toda
la democracia a la que podemos aspirar los cubanos.

No podemos aspirar a la creación de un partido político, no podemos
aspirar a la libertad de expresión y de prensa, a no ser dentro del
marco del socialismo, pero cualquiera puede ser electo a la Asamblea
Nacional del Poder Popular.

¿También quienes estén en desacuerdo con el gobierno y tengan propuestas
como la libertad de prensa y de crear partidos políticos? ¿También
quienes estén en desacuerdo con el socialismo?

Personalmente, si mañana, los partidos políticos de oposición, que ya
existen, recibieran reconocimiento legal y exisitiera la libertad de
crear otros, aplaudiría porque se estaría reconociendo un legítimo
derecho de los ciudadanos. Y ejercería mi legítimo derecho, como
ciudadana, de no pertenecer a ninguno.

Pero por el momento, reconozcamoslo: en Cuba, el único Partido existente
no tiene fines electorales como los partidos tradicionales de otros
países, que emplean sumas vergonzosas de dinero y todo un aparataje para
ganar una elección.

En Cuba, al Partido no le afecta quién resulta electo a la asamblea
municipal, provincial o nacional (a no ser que se proponga un candidato
políticamente incorrecto). Por eso, todas y todos disfrutamos del
derecho a votar. Porque eso es precisamente lo que hacemos: votar.
Elegir es otra cosa.

¿Por cierto, quién designó a nuestro actual presidente? El anterior
presidente.

Nosotros simplemente votamos, no como una obligación, sino como un
legítimo derecho. Y como aquí se vela porque los ciudadanos pueden
ejercer sus derechos, a todo el que a determinada hora del día de las
votaciones no ha ejercido su derecho se le va a buscar a su casa para
que lo haga.


http://www.havanatimes.org/sp/?p=59930

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