martes, 20 de marzo de 2012

El Periódico Patria y el Partido Revolucionario Cubano

El Periódico Patria y el Partido Revolucionario Cubano
Martes, Marzo 20, 2012 | Por Miriam Leiva

LA HABANA, Cuba, marzo, www.cubanet.org -José Martí inauguró el
periódico Patria el 14 de marzo de 1892, en Nueva York, con el artículo
"Nuestras Ideas", que definía los propósitos de "contribuir sin premura
y sin descanso a la organización de los hombres libres de Cuba y Puerto
Rico, en acuerdo con las condiciones y necesidades actuales de las islas
y su constitución republicana verdadera; para mantener la amistad
entrañable que une, y debe unir, a las agrupaciones independientes entre
sí, y a los hombres buenos y útiles de todas las procedencias, que
persistan en el sacrificio de la emancipación, o se inicien sinceramente
en él…"

Patria sería la tribuna incansable del Partido Revolucionario Cubano,
ideado por Martí, y que comenzara sus labores el 10 de abril de 1892, en
el aniversario de la primera constitución de la República de Cuba (en
armas), adoptada en Guáimaro, en 1869, meses después de iniciarse la
guerra de independencia.

Elegido "delegado", o figura cimera, el Apóstol volcó todo su ingenio y
energía en ambos, hasta su caída en combate, en Dos Ríos, Cuba, el 19 de
mayo de 1895. Aunque continuaron después, sufrieron los avatares de esa
pérdida fundamental. Así sucumbió el partido, el 21 de diciembre de
1898, y poco después, el periódico, cuando eran más necesarios para la
unidad revolucionaria con vistas al establecimiento de la ansiada república.

Actualmente, el 14 de marzo se conmemora el Día de la Prensa Cubana,
establecido en ocasión del centenario del periódico Patria. Sin embargo,
el periodismo en Cuba ha estado muy alejado de los conceptos y la ética
de José Martí.

Censurados y serviles a los intereses del gobierno totalitario, no
existen medios independientes, sino regidos desde el Departamento de
Orientación Revolucionaria del Partido Comunista, único permitido en el
país.

A diferencia del Partido Revolucionario Cubano, que unificó los
esfuerzos de los cubanos de la emigración y la isla, para alcanzar la
independencia y la democracia, sin excluir la posibilidad de existencia
futura de otras agrupaciones, el PCC exigió la extinción y prohibió, por
la Constitución, la existencia de otras fuerzas políticas.

Los periodistas cubanos son asalariados del Estado totalitario, y los
medios escritos, radiales y televisivos tienen que seguir las directivas
del PCC, lo cual implica no solo la censura, sino la autocensura por
terror a perder el trabajo y ser destruidos como profesionales y como
personas. Ninguno osa emitir una opinión o entregar información si no
está debidamente autorizado, por temor a una segura defenestración.

De tal suerte que, mientras el presidente Raúl Castro, seguido por otros
dirigentes, llama al incremento de la calidad de las informaciones, a
que estas reflejen los problemas y cubran mayor amplitud de temas, lo
que incluso se aprobó en el VI Congreso del PCC, continúan las evasivas
y el ocultamiento de la información.

Ciertamente hay un poco más de reportajes sobre las serias deficiencias,
fundamentalmente sobre asuntos que a las autoridades del más alto nivel
les interesa dar a conocer, pero incluso en la televisión nacional, en
un comentario por la celebración del día de la prensa, se reconoció que
aún los reporteros deben aguardar durante meses por la respuestas de los
dirigentes, si acaso las reciben.

No se puede esperar que cese la simulación y la desinformación mientras
el presidente de la Unión de Periodistas de Cuba, los directores de
periódicos y otros medios sean elevados miembros del PCC, diputados a la
Asamblea Nacional, asiduos a la Mesa Redonda de la televisión, e incluso
candidatos a embajadores en países muy allegados.

En realidad no se trata de la capacidad intelectual y la calidad en
sentido general, pues hay periodistas bien calificados, lo cual hace aún
más lamentable la situación. Sus críticas y mofas sobre las grandes
publicaciones internacionales son objeto de burla por la población, que
casi ni hojea el periódico Granma, órgano oficial del PCC, y su copia,
Juventud Rebelde, con no más de 8 páginas, así como los otros medios,
cargados de consignas políticas y versiones tendenciosas sobre el
acontecer mundial, comparándolo con todo lo "bueno" que ocurre en Cuba,
Venezuela y países afines.

En el curso de los últimos 6 años, ha habido atisbos de apertura,
apreciados en reportajes realistas o críticos, pero vuelven los
altibajos, como reflejo de las incongruencias en la cima del poder. La
modificación de ese caos no sucederá por lineamientos del PCC, que
pueden ser eliminados de un plumazo, como ha ocurrido anteriormente en
la prensa cubana. Se requiere el desmontaje de todo el sistema de
mordaza y el establecimiento de la libertad de prensa.

http://www.cubanet.org/articulos/el-periodico-patria-y-el-partido-revolucionario-cubano/

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