sábado, 17 de marzo de 2012

El obispo Aranguren niega haber desalojado a opositores de la Catedral de Holguín

Religión

El obispo Aranguren niega haber desalojado a opositores de la Catedral
de Holguín
DDC
Madrid 17-03-2012 - 5:37 pm.

*'Lo que ha sido publicado es totalmente tergiversado, manipulado y, por
supuesto, falso', afirma.
*Los disidentes mantienen su versión. El obispo debería 'reconocer que
cometió un error y disculparse', dicen.

El obispo de Holguín, Emilio Aranguren, rechazó este viernes las
versiones de miembros de la oposición interna que le acusaron de haber
encabezado el desalojo de una veintena de activistas en la Catedral San
Isidoro.

"Lo que ha sido publicado a partir del testimonio de varios de los
presentes es totalmente tergiversado e, incluso, manipulado y, por
supuesto, falso", dijo Aranguren en una nota publicada en la página en
internet de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC).

Consultados por DIARIO DE CUBA, los activistas mantuvieron este sábado
su versión, acusaron a Aranguren de mentir y consideraron que lo que
debe hacer el obispo es "reconocer que cometió un error y disculparse".

El martes pasado los disidentes se negaron a abandonar la Catedral, una
acción que se repitió en varias provincias del país y que en La Habana
terminó con una intervención policial en el Santuario y Basílica Menor
de Nuestra Señora de la Caridad, a petición del cardenal Jaime Ortega y
después de que los activistas permanecieran durante 48 horas en ese templo.

Los opositores pedían a la Iglesia Católica y al papa Benedicto XI que
intercedieran ante las autoridades de la Isla para que sus demandas
políticas fueran escuchadas.

De acuerdo con el grupo que intentó ocupar la Catedral de Holguín,
Aranguren "se portó peor que la policía" e incluso le "dio un manotazo"
a un activista para quitarle un teléfono celular.

En su versión de los hechos, Aranguren afirmó que tras recibir una
llamada de la señora que mantiene abierta la Catedral, quien le dijo que
"no le gustaban las caras" y el "cuchicheo que se traían" un grupo de
hombres y mujeres en el templo, acudió a este acompañado del laico
Eugenio Gómez Arias, empleado del Obispado

Los disidentes estaban "sentados en los tres últimos bancos al fondo del
templo", dijo Aranguren. "Les pregunté que por qué no querían salir
cuando ya era hora de cerrar el templo. Me contestaron que habían
entrado para rezar por la libertad de Cuba", relató.

Añadió que en varias ocasiones los opositores sacaron sus celulares y
les pidió que los guardaran "porque en el templo no se utilizan (…) ni
para hablar ni para tirar fotos".

"En ningún momento hubo de mi parte un manotazo, ni tampoco un gesto que
ocasionara que el teléfono celular fuera al piso", dijo el obispo.
Aseguró que, en cambio, uno de los miembros de grupo le ofendió
diciéndole que él "no era pastor".

"Entonces subí el tono de voz y de manera enérgica y con un gesto
indicativo le expresé que estaba ofendiendo a mi persona. Varios
miembros del grupo le indicaron que se callara", dijo Aranguren.

"En mis palabras les dije que estaban utilizando el templo con otra
finalidad que no era propiamente religiosa, y que era bueno que lo
entendiesen", agregó.

El obispo dijo que comparó la situación "con un cine que, al acabar la
película, los acomodadores lo revisan y cierran las puertas. Las
personas se van, no porque las echan, sino porque se terminó la función.
Y eso era lo que estaba pasando".

"Finalmente les dije que el templo no se iba a cerrar y que se
mantendría abierto y que yo permanecería en él (como lo hice) hasta que
concluyera la misa de 8:00 pm y que, después, sin llamar a la policía,
valoraría con los miembros de la comunidad cómo procederíamos", agregó.

Aranguren afirmó que poco antes de iniciar la misa el grupo de
opositores se había reducido ya a ocho o nueve personas.

"En el mismo momento de la consagración escuché que cerraban la puerta
(…) Poco después (8.25 pm), el laico me indicó que habían salido del
templo", dijo el obispo.

Activistas: "El obispo miente"

"Es la palabra de 21 opositores pacíficos contra la del obispo", dijo a
DIARIO DE CUBA Maria Antonia Hidalgo, una de las activistas que
participó en el incidente con Aranguren.

"Emilio Aranguren sí le arrebató el teléfono a Robiel Cruz Campo, le dio
en la mano, le habló en mala forma, le gritó y dijo que él hablaba como
le daba la gana", aseguró Hidalgo. "Me parece que es una falta de
respeto a Dios, una falta de respeto a la Iglesia".

El relato de Hidalgo fue apoyado por Rosa María Naranjo y José Luis Mir,
quienes también estaban en la Catedral.

Según Naranjo, el obispo les dijo que les echaría de la Catedral "a las
buenas o a las malas". Añadió que fue Gómez Arias, junto a otras
"personas de la Iglesia", quien se encargó de expulsarlos. A algunos de
los activistas incluso los "agarraron por las manos" para sacarlos, afirmó.

"La Policía no nos hizo ninguna fuerza, ni el Gobierno. La fuerza nos la
hicieron Emilio Aranguren y Gómez Arias", dijo Hidalgo.

El obispo "actuó como un policía", afirmó. "Me da asco ver como miente
en vez de decir 'cometí un error, discúlpenme'".

http://www.diariodecuba.com/cuba/10157-el-obispo-aranguren-niega-haber-desalojado-opositores-de-la-catedral-de-holguin

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