viernes, 17 de febrero de 2012

Yohandry se quedó con las ganas

Yohandry se quedó con las ganas
Jueves, 16 de Febrero de 2012 15:18
Luis Cino Álvarez

yArroyo Naranjo, (PD) Yohandry, el bloguero oficialista –y seguramente
seguroso, por lo bien informado y lo autorizado a opinar que está- se
quedó con las ganas en el asunto de la huelga de hambre de los diez
cubanos en la base naval norteamericana de Guantánamo. La protesta de
los refugiados duró menos de 48 horas. No hubo que alimentar a los
huelguistas por la fuerza, como esperaba Yohandry. Los militares
norteamericanos sólo tuvieron que convencerlos de que aquello, si no
algo peor, era un disparate.

El escándalo en la base naval de Guantánamo le hubiera venido como
anillo al dedo al gobierno cubano. Sólo unos días antes había muerto en
una huelga de hambre Wilman Villar Mendoza, el segundo opositor preso
muerto en circunstancias similares en menos de dos años. Y los medios
oficiales, a costa de cualquier indignidad, se empeñaban en afirmar que
"ni era un disidente ni estaba en huelga de hambre".

Al respecto, Yohandry se apresuró en hacer comparaciones y retó a la
bloguera Yoani Sánchez a pronunciarse sobre los huelguistas en la base
naval norteamericana. Como, hasta donde sé, Yoani no ha respondido,
recojo el guante tirado por Yohandry –en el fango, ¿dónde si no?

Tengo ciertos derechos. Primero, porque me da la gana –esa, la más
convincente de todas las razones. Segunda, porque como no tengo amos ni
recibo órdenes de nadie, soy totalmente libre de opinar, privilegios que
el disciplinado Yohandry no disfruta. Y tercero, porque fui colega y
amigo de uno de los huelguistas, el periodista independiente Adolfo
Pablo Borrazá, quien me llamó por teléfono durante la huelga y después
de terminada. En ambas ocasiones, le expresé mis puntos de vista sobre
el asunto, que por demás él sabía perfectamente cuáles eran.

Adolfo Pablo admitió que fue un error. Se sumó a la protesta
fundamentalmente por solidaridad con los demás cubanos, porque "todo se
podía resolver conversando". Declarar que "los trataban como
terroristas" porque les limitaron los movimientos en la base y "sólo los
dejaban comprar en la tienda una vez a la semana", fue una metáfora
bastante desafortunada. En todo caso, los islamistas prisioneros estaban
bien cerca para que compararan. Pero Yohandry no debe hacer demasiado
caso al símil; total, si los medios oficiales le cuelgan la etiqueta de
terrorista a cualquiera, incluso a periodistas independientes y
blogueros (ver EcuRed).

Eso, si como piensan algunos mal pensados, la huelga de hambre y el uso
de la palabra terrorista no fue inducida por la Inteligencia cubana a
través de algún infiltrado -¿alguien duda que están hasta en la sopa?-
para crear problemas a los yanquis y desviar la atención de la muerte de
Wilman Villar. Con lo apasionados que solemos ser y lo desesperados que
deben estar los cubanos en Guantánamo por salir del limbo en que
permanecen mientras se los rifan a terceros países a ver quien se digna
a recogerlos, sólo basta que a alguien se le ocurra una idea,
cualquiera, por muy descabellada que sea y aunque sólo convenga a
Satanás. Menos mal que no se les ocurrió secuestrar una fragata yanqui y
enrumbarla a sabe Dios dónde.

En estas actitudes, tiene mucho que ver -y bastante daño ha hecho y
hace- la mentalidad que desde los primeros años creó la revolución de
Fidel Castro en los cubanos: la mentalidad de los méritos adquiridos en
la lucha, y sobre todo, la de los mártires y los martirologios, y la
consiguiente atención a las familias de los mártires y de los veteranos
en las guerras africanas por las Casas del Combatiente, aun a costa de
que estas -y el Partido en el caso de los militantes- se arrogaran el
derecho de decidir con quién podían conversar, velar por la fidelidad de
las esposas y decidir con quién y cuándo se podían acostar las viudas.

Reina Luisa Tamayo, por ser madre de un mártir de la oposición, cuyas
cenizas se llevó con ella de Banes, se cree con todo el derecho a
quejarse porque la ayuda monetaria del gobierno norteamericano no le
alcanza para mantener, en un país en crisis económica, a los once
familiares que marcharon con ella al exilio. Granma, Cuba Debate y sus
servidores apostados en Miami oportunistamente sacaron provecho de las
declaraciones de Reina Luisa y de paso, intentaron rematar a Orlando
Zapata Tamayo.

Debido a la persistencia de tal mentalidad, alguien que se oponga al
régimen cree firmemente que debe ser acogido como un héroe de la
libertad en los Estados Unidos, aún si para llegar a su costa viola las
leyes norteamericanas. El Programa de Refugiados y la Ley de Ajuste
Cubano constituyen verdaderas sangrías para la oposición
pro-democrática. Por no decir que lo de "los pies secos y los pies
mojados", más que absurdo, es criminal.

Una muestra de esa sangría es Adolfo Pablo, un joven con el que en
Primavera Digital trabajamos bastante e invertimos recursos en su
formación como periodista y luego, se embarcó tras el sueño americano.

Si la huelga de hambre de los 10 cubanos en la base naval de Guantánamo
hubiera continuado y los yanquis hubiesen alimentado a la fuerza a los
huelguistas, como han hecho a veces con los islamistas prisioneros que
han protestado por sus condiciones de confinamiento, imagino cómo
defenderían Yohandry y otros blogueros oficialistas el respeto a los
derechos de los huelguistas. Quiero decir, su derecho a morirse de
hambre. Ese derecho que respetan religiosamente en las cárceles cubanas,
donde tanto se preocupan por los derechos humanos. Aunque
indudablemente, para Granma, Cuba Debate y Yohandry, lo ideal era que la
huelga se prolongara, montar un buen show y si moría uno de los
huelguistas, mejor. A lo mejor hasta hubiera tenido funeral oficial en
Cuba. ¿No se acuerdan del homenaje a los dos camilitos que murieron
cuando trataron de escapar de Cuba en el tren de aterrizaje de un avión?

Es conocida mi postura ante las huelgas de hambre. No voy a abundar
sobre eso. Pero creo que es necesario advertir que en Cuba, las huelgas
de hambre corren el riesgo de banalizarse y convertirse en algo casi
folklórico y fácil de contrarrestar, acaben como acaben, con un
editorial de Granma o un simple post de Yohandry o cualquier otro
bloguero oficialista, con tildes de menos y faltas ortográficas y todo.
De tan conveniente a los intereses del régimen, sería tan trágico como
las muertes que ya se han producido. Así que, cuidado antes de empezar
la próxima huelga de hambre. No hay por qué complacer a Yohandry y sus
jefes.

luicino2004@yahoo.com

http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/3407-yohandry-se-quedo-con-las-ganas.html

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