jueves, 11 de noviembre de 2010

Los mil y un intentos

Sociedad

Los mil y un intentos
Laritza Diversent
La Habana 11-11-2010 - 12:00 pm.

'El balserito' ha tratado de irse del país en catorce ocasiones. Aún no
lo ha logrado, pero pronto volverá a lanzarse al mar.

Balseros.

Quienes conocen en el barrio a Pedro Luis García, lo llaman el
balserito, por la cantidad de intentos de fuga del país que ha
realizado, siempre por vía marítima. Aún no ha logrado llegar a su meta,
pero afirma no que cesará en su empeño, y que la única manera de
detenerlo es meterlo preso.

El balserito recita de memoria el artículo 13 de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos a ritmo del rap: "toda persona tiene
el derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el
territorio de un Estado, a salir de cualquier Estado, incluso del
propio, y a regresar a su país".

Algunos lo tildan de loco.

En Cuba, la salida o entrada al país está sometida a requisitos legales;
de ser incumplidos, constituyen un delito castigado con multas de 300 a
500 mil pesos, o penas de hasta 3 años de privación de libertad,
pudiendo llegar hasta 8 años si se emplea violencia o intimidación en
las personas, o fuerza en las cosas.

Nadie creería que el balserito, con poco más de metro y medio de
estatura y menos de 100 libras de peso, haya resistido 14 intentos de
salida ilegal del país. Nueve de sus aventuras, ocurridas entre 1998 y
2004, fueron frustradas por las autoridades norteamericanas.

Fue devuelto en cumplimiento de los acuerdos migratorios existente entre
ambas naciones en 1994, después del segundo éxodo del Mariel. En aquel
entonces, el joven de 28 años era apenas un adolescente de 12.

A pesar de ser un delito, Pedro Luis nunca fue sancionado. El Estado, en
cumplimiento del tratado bilateral, se comprometió a suspender la
aplicación de sanciones judiciales contra los balseros que fueran
repatriados a la isla.

En cuatro de sus últimos intentos, el balserito tuvo que regresar
voluntariamente, dao el mal estado técnico de su rústica embarcación,
mal llamada "balsa". En el más reciente, hace menos de 8 meses, fue
atrapado in fraganti por las Tropas Guardafronteras cubanas, a nueve
millas de las costas de la Isla.

Aunque sucedió lo mismo que veces anteriores, cuando lo regresaban a su
casa, esta ocasión fue diferente. Justamente un mes más tarde, le
notificaron una resolución de la Capitanía del Puerto de la Habana en la
que le imponían, a él y a cada uno de sus compañeros de viajes, una
multa de 8 mil pesos por incumplir las regulaciones sobre posesión y
manipulación de embarcaciones.

Habían incurrido en cuatro infracciones de las 14 que tipifica Decreto
ley 194 "De las infracciones sobre la tenencia y operación de
embarcaciones en el territorio nacional", calificadas por la propia
disposición como muy graves.

Los multaron por construir embarcaciones sin autorización, por utilizar
en ello medios de procedencia ilícita, por operarlas sin estar inscrito
en la Capitanía de Puerto y por navegar sin permiso por las aguas
territoriales.

La disposición emitida por el Consejo de Estado, faculta a la Capitanía
de Puerto a aplicar el decomiso y multas administrativas, cuya cuantía
van desde 500 pesos hasta 10.000, y dependen de la calificación que
reciba las infracciones: leves, graves y muy graves. También se castiga
la reincidencia o la comisión de varias contravenciones.

Pedro no lo esperaba, de hecho, ni siquiera sabía que existía tal norma.
Tampoco entiende por qué la resolución del Capitán de Puerto no hizo
referencia a la salida ilegal del país. "Bueno, si no es por una, es por
otra, ellos siempre guardan un as bajo la manga", comenta.

De todas formas, el balserito no tiene ingresos ni bienes con los que
enfrentar el pago de la contravención. En cambio, está convencido que
debe seguir intentando huir del país. "Es mejor morir en el intento que
deseando haberlo hecho, incluso es mucho mejor que terminar en prisión
por no haber pagado una multa. Hasta los mil y un intento", concluye.

http://www.diariodecuba.com/derechos-humanos/1597-los-mil-y-un-intentos

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