jueves, 11 de noviembre de 2010

De lanchero a preso político

De lanchero a preso político
Juan Carlos Linares Balmaseda

LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - Raúl Rodríguez Soto lleva
5 años en prisión y le faltan por cumplir 25. Lo acusaron de traficar
con personas, pero él asegura que fue sin ánimos de lucro. Arribó a Cuba
clandestinamente por Playa Herradura, en el municipio Mariel, alrededor
de las cinco de la tarde del 10 de diciembre de 2005, Día Internacional
de los Derechos Humanos, para llevar a Florida a varios familiares de
los tres hombres que lo acompañaban: Díaz Álvarez, Rodríguez Valdés y
García Falcón, condenados por el mismo delito a 22, 25 y 25 años,
respectivamente. Estos habían emigrado ilegalmente a Estados Unidos y
residían en Miami.

Una vez en la orilla, los viajeros abordarían la lancha rápida modelo
Escorpión, de treinta pies de eslora por ocho de ancho. Trece hombres,
nueve mujeres y seis menores de edad. A dos millas de la costa, un
desperfecto técnico apagó los dos motores fuera de borda, de 250
caballos de fuerza cada uno. Minutos más tarde fueron detenidos por los
guarda fronteras cubanos.

La abogada defensora, Odalys M. Peralta reclamó una penalidad menor.
Actuaron en la vista oral del caso el fiscal Enrique Núñez Grillo, y
como juez ponente Maite Hernández Fernández.

Al decir de Rodríguez Soto, en la copia de la sentencia se excluyeron
los nombres de los 28 involucrados, prueba del vínculo familiar con los
encausados. Que tanta responsabilidad tiene él en el supuesto riesgo de
vidas de menores de edad, como los padres, que están libres. Que la
lancha la volcaron los guarda fronteras cuando tiraron con brusquedad de
uno de los cabos de cubierta. Que los salvavidas alcanzaron para todos,
pues nadie se ahogó. Que la lancha era moderna y segura, y aunque su
capacidad es para nueve personas, es como un camión que solo tiene tres
asientos, pero soporta más peso. "De hecho todos los pasajeros que iban
en mi lancha fueron trasbordados a la lancha guarda frontera, muy
parecida a la mía", argumentó Rodríguez.

En la actualidad está recluido en la prisión de Guanajay. Padece de dos
hernias discales, médicamente denominadas L4 una, y L5 la otra, que lo
obligan a permanecer en silla de ruedas. Rodríguez Soto se niega a
operarse porque teme quedar peor. En la prisión Combinado del Este,
donde estuvo recluido antes, se declaró en huelga de hambre porque
aspira a que Amnistía Internacional lo reconozca como preso político.

http://www.cubanet.org/CNews/year2010/Nov2010/11_C_4.html

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