miércoles, 11 de noviembre de 2009

EL MURO DE LA VERGÜENZA

EL MURO DE LA VERGÜENZA
2009-11-11. lavozlibre.com
Ricardo Carrera, Presidente de Solidaridad Española con Cuba

(www.miscelaneasdecuba.net).- El siglo XX nos dio momentos de gran
felicidad. Se cumplen estos días dos décadas del derribo del muro de la
vergüenza. Y digo bien: derribo, porque el muro de Berlín no se cayó
solo. Lo derribaron. Quizá hay quien prefiere hablar de caída para no
tener que reconocer que hubo quien contribuyó a derribarlo y hubo quien
no hizo nada -o peor, ayudó a sostenerlo

Honrar, honra, y es justo recordar que ese feliz momento ocurrió gracias
a que gente como el Papa, Juan Pablo II, Lech Walesa y a su manera hasta
Gorvachov y tantos otros hicieron algo -o mucho- por demoler ese
engendro llamado bloque comunista.

Sería bueno recordar también a los doscientos asesinados de un balazo en
la espalda por tratar de cruzar esa ignominiosa muralla.
Lamentablemente, no fueron las únicas victimas del 'socialismo real'.

Con el derribo del muro se terminó -casi- de 'desmorcillar' el
totalitarismo -feroz y nefasta lacra del siglo pasado- en su variante
comunista/socialista/marxista. Esa rama es gemela de la variante
nazi/fascista, aunque tenga mejor fama.

Ambas llenaron de miserias y cadáveres los países que las sufrieron.
Ambas creían, a diferencia de Kant, que el fin justifica los medios.

El marxismo bebe de las peores fuentes de Hegel. El marxismo, mezclado
con lo más nefando del nacionalismo, produce fascismo o
nacional-socialismo. No olvidemos que el partido nazi se llamaba el
Partido Obrero Nacional Socialista Alemán o NSDAP
-Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei-.

La lucha de clases se convierte en lucha de razas. Los obreros son la
raza aria. Los burgueses, bichos o gusanos enemigos de la clase obrera
para los marxistas, se convierten en los judíos, negros o razas
inferiores para los nazis. La utopía de unos y de otros pasa por
discriminar o, si es necesario, aniquilar a quien no forma parte del
'nosotros'.

La propaganda de ambos es casi idéntica. Y las dos ramas del
totalitarismo llenan de penurias y tristeza el siglo XX. Entre las dos,
son responsables de la muerte de más de 100 millones de personas. Hay
que decir que los comunistas gobernaron más países y por más tiempo,
mataron más -Stalin y Mao son los mayores criminales del siglo XX- y
disimularon mucho mejor. Como demuestra la benévola percepción, en
muchas mentes despistadas, de las palabras comunista o marxista,
comparada con la carga léxica que tienen el decir nazi o fascista.

Ese engendro sobrevive hoy, lamentablemente, en Cuba y en Corea del
Norte. Ojalá derriben -o se caigan- pronto los muros del totalitarismo
castrista o del coreano.

Lo mismo puede decirse de regímenes teocráticos como el saudí o el
iraní, que no le van mucho a la zaga.

Derribaron el muro de la vergüenza y estamos mejor ahora.

Derribaron el muro de Berlín. Y entre los apellidados Marx, Groucho
demostró ser mucho mejor filósofo que Carlos. Y mucho más beneficioso
para la humanidad.

EL MURO DE LA VERGÜENZA - Misceláneas de Cuba (11 November 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=24178

No hay comentarios:

Publicar un comentario