viernes, 13 de noviembre de 2009

El igualitarismo y la justicia social

El igualitarismo y la justicia social
Fernando Ravsberg | 2009-11-12, 10:48

El gobierno comenzó a "liberar" los productos de la Libreta de
Abastecimientos. El chícharo y la papa están fuera de este mecanismo de
racionamiento que, durante décadas, sirvió para repartir con cierta
equidad los alimentos básicos.

Un colega cubano me definió la libreta como "el mayor símbolo del
igualitarismo de la Revolución". Algo irrefutable en la actualidad,
cuando artistas que ganan miles de dólares se benefician de las mismas
subvenciones que una jubilada que solo recibe US$10 mensuales.

Pero es un tema sumamente sensible para una buena parte de la población,
los que aún "viven" de la libreta. No me refiero a un pequeño grupo sino
a millones de personas que no lograrían llegar a fin de mes sin esa
cuota alimenticia.

La cruda realidad es que "el poder adquisitivo del salario promedio de
hoy (408 pesos cubanos, que equivale a unos US$17) representa el 24% del
nivel previo a la crisis", según reconoce en un artículo Pavel Vidal,
investigador del Centro de Estudios de la Economía Cubana.

Una ama de casa de la barriada de Lawton me decía que no sabe cómo va a
comprar el arroz para su casa si lo ponen a precios de mercado. "Ahora
no me alcanza lo que me venden por libreta, pero me aseguran a bajo
precio 14 libras de las 22 que consumimos".

Uno de los sectores más afectado son los jubilados, quienes vieron
naufragar su pensión en el mismo barco en que se hundió el peso cubano.
Con lo que hoy reciben al mes solo podrían comprar 5 litros de aceite de
soya en las tiendas de divisas.

Pero muchos más necesitan de la Libreta para comer, entre ellos los
médicos y los maestros. No se trata de vagos intentando vivir en "plan
pichón" del Estado sino de profesionales con bajísimos salarios, a pesar
de la importancia social de su labor.

De hecho los planes energéticos del gobierno serían letra muerta sin el
trabajo de los médicos en Venezuela, porque son ellos los que pagan la
factura petrolera del país. Cada vez que tocamos el interruptor y se
produce el milagro de la luz deberíamos darles las gracias.

Los maestros son otro sector de escaso salario, tanto que la deserción
es enorme. La crisis es tal que se vieron obligados a poner jóvenes casi
sin preparación al frente de las aulas, "maestros emergentes" a los que
en broma la gente llama "instantáneos".

Durante décadas, la dirigencia de la Revolución argumentó que no se
podía medir el nivel de vida de un cubano solo por su sueldo. Explicaban
que había que sumar otros beneficios -gratuidades y subvenciones-, que
se convertían así en una especie de "salario social".

Para contrarrestar la pérdida de este ingreso colateral, hace unos años
se mencionó el proyecto de eliminar los subsidios a los productos
(alimentos baratos para todos) y establecer el subsidio a las personas
(alimentos baratos solo para quien los necesite).

La idea no parecía tonta, incluso mucho más justa que la Libreta de
Abastecimiento porque podría aumentar la cuota de los pobres
redistribuyendo los alimentos que hoy reciben pintores, músicos,
empresarios y otros con alto nivel de vida.

Algunos de ellos aceptan la medida como equitativa. Un trabajador por
cuenta propia me decía hace pocos días que le parecía justo que le
quitaran la libreta "si me aseguran que el pollo que me dejan de dar a
mi lo recibirá un anciano o un caso social".

Aun así, en Cuba no será fácil determinar quién tiene bajos ingresos
porque existen entradas de dinero paralelas difíciles de conocer como
son las de los cuentapropistas, las prebendas del cargo, las remesas,
los negocios particulares sin declarar y el robo.

Hasta el momento nadie habla de cuál será la alternativa al "salario
social" pero las autoridades tendrán que encontrar formulas, porque su
eliminación ya está generando preocupación en los sectores más
necesitados de la población.

La prensa oficial aporta poco, se limita a culpar a las subvenciones de
todos los males del país y lo hacen con la misma pasión con que ayer las
alababan. Confirma lo que decía el general Máximo Gómez cuando afirmaba
que los cubanos se quedan cortos o se pasan.

Sin embargo, las soluciones podrían no estar en los extremos. Por el
contrario, el gran reto que enfrenta la sociedad parece ser encontrar el
camino que les permita transitar desde el igualitarismo a la verdadera
justicia social.

BBC Mundo - Cartas desde Cuba - El igualitarismo y la justicia social
(12 November 2009)
http://www.bbc.co.uk/blogs/mundo/cartas_desde_cuba/2009/11/el_igualitarismo_y_la_justicia.html#more

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